El Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) ha decidido suspender la proyección del documental “Russians at War” después de recibir amenazas y enfrentar una ola de protestas. La película, dirigida por la cineasta ruso-canadiense Anastasia Trofimova, ha generado controversia debido a su enfoque en los soldados rusos durante la invasión de Ucrania.
El documental, que se estrenó en el Festival de Cine de Venecia, estaba programado para hacer su debut en América del Norte en TIFF. Sin embargo, la presión de funcionarios ucranianos y manifestantes canadienses llevó a la organización del festival a reconsiderar su decisión. En una carta dirigida al CEO de TIFF, Cameron Bailey, el Cónsul General de Ucrania, Oleh Nikolenko, acusó a la película de intentar absolver a los soldados rusos de su responsabilidad en la invasión de Ucrania.
Las protestas no se hicieron esperar. Un grupo de casi 400 manifestantes ucraniano-canadienses se reunió frente al TIFF Lightbox el 10 de septiembre, exigiendo la cancelación de las proyecciones programadas de «Russians at War». Los manifestantes y algunos diplomáticos canadienses condenaron públicamente la inclusión de la película en el festival, argumentando que blanquea los crímenes de guerra rusos.
En respuesta a las críticas, TIFF emitió un comunicado defendiendo la película y afirmando que no es propaganda rusa. “TIFF reconoce y respeta las preocupaciones expresadas y la discusión en torno al documental canadiense ‘Russians at War’. La película hará su estreno en América del Norte esta semana, como estaba previsto”, dijo el festival en su declaración. La directora Trofimova también defendió su trabajo, afirmando que el proyecto no se realizó con el conocimiento del gobierno ruso y que es una coproducción Canadá-Francia respaldada por instituciones sin fines de lucro.
A pesar de estas defensas, la presión continuó aumentando. La viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland, de ascendencia ucraniana, también expresó su desaprobación, diciendo: «No es correcto que el dinero público canadiense apoye la proyección y producción de una película como esta». Finalmente, ante la creciente controversia y las amenazas recibidas, TIFF decidió suspender la proyección de la película para garantizar la seguridad de todos los asistentes y participantes del festival.
Esta decisión ha sido recibida con alivio por parte de la comunidad ucraniana en Canadá, que ve en ella un reconocimiento de la gravedad de la situación en Ucrania y un rechazo a cualquier intento de justificar la agresión rusa. Sin embargo, también ha generado un debate sobre la libertad de expresión y el papel de los festivales de cine en la presentación de perspectivas controvertidas.