
THE LATIN VOX (5 de agosto del 2025).- Por Daniela Medina.
Del 21 de julio al 1 de agosto de 2025, más de 53.000 empleados sindicalizados de Canada Post, integrados en las universidades urbanas y rurales (CUPW), participaron en una votación ordenada por el gobierno tras la intervención del Ministerio de Empleo y Familia. El Canada Industrial Relations Board (CIRB) supervisó el proceso bajo el mandato de la ministra Patty Hajdu.
Rechazo contundente y participación histórica
El resultado fue contundente: aproximadamente 70 % de los trabajadores del sector urbano rechazaron la oferta, con una participación del 80,4 %. Entre los rural/suburbanos, el rechazo alcanzó el 69,4 %, tras votaciones con 82,8 % de participación.
La presidenta nacional del CUPW, Jan Simpson, interpretó el rechazo como una llamada inequívoca a volver a la mesa negociadora en busca de propuestas legítimas, denunciando que la votación interrumpió los procesos democráticos del sindicato.
¿Qué ofrecía Canada Post y por qué el rechazo?
- Aumento salarial total del 13 % en cuatro años, incluyendo un 6 % el primer año.
- Bonificación de firma a empleados actuales.
- Mantenimiento del sistema de pensión de beneficio definido y cláusulas de seguridad laboral.
- Fin del pago obligatorio de horas extras.
- No se aplicaría un nuevo plan de salud ni contribuciones a futuro en pensión definida .
Sin embargo, el sindicato criticó elementos clave:
- Amplio uso de trabajadores medio tiempo, considerados una amenaza al empleo fijo.
- Riesgos por modelos de “rutas dinámicas” que merman la propiedad de rutas y los derechos de antigüedad.
Crisis financiera agudizada
Canada Post reportó un pérdida operativa de 1.300 millones CAD en 2024, con ingresos que cayeron un 12 % respecto al año anterior. Según el informe público del comisionado William Kaplan (IIC), la entidad afronta una crisis financiera estructural y podría estar virtualmente insolvente .
La situación se complicó aún más debido a la huelga de 2024, en la que la paralización laboral costó a la empresa cerca de 10 millones CAD diarios en ingresos perdidos. El conflicto heredado generó una migración masiva de pequeños negocios hacia proveedores privados de mensajería .
El camino legal: Arbitración versus negociación directa
Tras rechazar la propuesta de arbitraje vinculante sugerida por el sindicato que habría retraído a los trabajadores más de un año sin contrato, Canada Post insistió en que un proceso así prolongaría y complejizaría el conflicto.
La votación obligada fue el siguiente paso, pero el rechazó masivo obliga a ambas partes a regresar a la negociación convencional. CUPW mantiene un boicot voluntario a las horas extras y descarta medidas más radicales por ahora .
Repercusiones para comunidad y comercio
El conflicto prolongado genera una incertidumbre grave. Según Dan Kelly, presidente de la Federación Canadiense de Empresas Independientes (CFIB), «dos de cada tres negocios podrían abandonar permanentemente el uso de Canada Post» si se repite otra huelga .
Mientras tanto, servicios combinados como entrega de paquetes, facturación y correspondencia en el sector nacional continúan siendo vulnerables a retrasos, lo que afecta especialmente a pequeñas y medianas empresas que aún confían en este servicio estatal.
Impasse sin fecha de salida
Tras el rechazo de la oferta, Canada Post declaró estar evaluando sus próximos pasos, mientras el sindicato exigió un regreso a las negociaciones con premura para llegar a convenios colectivamente ratificables .
El final del impasse es incierto. CUPW reafirma su resistencia a ceder en condiciones laborales clave, y Canada Post insiste en que las reformas operativas son imprescindibles para sobrevivir en un mercado cambiante.
Un choque entre modernización y defensa laboral
El rechazo por parte de la base sindical a una oferta considerada “final” por la empresa evidencia un conflicto profundo: el equilibrio entre la necesidad de modernización y el respeto a derechos laborales instalados.
La responsabilidad ahora recae en ambas partes: el sindicato para priorizar soluciones viables y la empresa y el gobierno para facilitar un espacio de negociación real. Canadá podría enfrentar un escenario prolongado de inestabilidad laboral, con altos costos para su economía y servicios públicos.
Este impasse también representa un desafío institucional para el modelo de participación democrática y la intervención gubernamental en conflictos laborales: ¿hasta qué punto puede el Estado intervenir, y cómo proteger tanto los derechos laborales como la continuidad de servicios esenciales?
Fuente: The Canadian Press
Foto: Global News