
El 16 de enero de 2025, las autoridades sudafricanas concluyeron las operaciones de rescate en una mina de oro abandonada en Stilfontein, provincia del Noroeste, tras recuperar 78 cuerpos y rescatar a 246 sobrevivientes.
La tragedia se originó cuando la policía implementó un bloqueo en noviembre de 2024 para desalojar a mineros ilegales, cortando suministros vitales como alimentos y agua.
Esta táctica, destinada a forzar la salida de los mineros, resultó en la muerte de al menos 78 personas por inanición y deshidratación.
La comunidad local y organizaciones civiles criticaron duramente la estrategia policial, calificándola de inhumana y negligente.
Voluntarios de la zona participaron en las labores de rescate, reflejando la conexión entre la comunidad y los mineros, muchos de los cuales provenían de países vecinos como Mozambique, Zimbabue y Lesoto.
La minería ilegal es un problema persistente en Sudáfrica, con pérdidas estimadas en más de 3.000 millones de dólares el año pasado.
La tragedia en Stilfontein ha generado llamados a una investigación independiente para esclarecer las acciones de la policía y los propietarios de la mina, quienes fueron acusados de retirar cuerdas y desmantelar sistemas de poleas, impidiendo la salida de los mineros.
Esta situación pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar la minería ilegal y garantizar la protección de los derechos humanos en el país.