En un giro devastador de eventos, la capital rusa se vio sacudida por un ataque terrorista que dejó al menos 40 personas fallecidas y más de 140 heridas. El ataque, que comenzó en una sala de conciertos en las afueras de Moscú el viernes por la noche, ha sido reivindicado por el grupo extremista ISIS.
Según el Servicio Federal de Seguridad de Rusia, la agresión se desató en el Crocus City Hall, un conocido recinto de eventos. Testigos reportaron que tres individuos vestidos con ropa de camuflaje abrieron fuego contra la multitud, creando una escena de caos y pánico entre los asistentes que intentaban huir del lugar.
Las autoridades rusas han lanzado una intensa búsqueda de los atacantes, que al parecer no han sido capturados. Mientras tanto, el Comité de Investigación de Rusia ha confirmado que la cifra de muertos supera los 60, lo que marca este suceso como uno de los ataques más letales en suelo ruso en años recientes.
El ataque se produjo justo antes de que la banda musical Picnic subiera al escenario, según informes de medios locales. A pesar de la tragedia, se reporta que los miembros de la banda están a salvo.
Este acto de violencia sin precedentes ha conmocionado a la comunidad internacional, y ha puesto en alerta a las agencias de seguridad de todo el mundo sobre la persistente amenaza del terrorismo.