Tragedia en Texas: Al menos 43 muertos y 27 niñas desaparecidas tras inundaciones devastadoras

To shared

THE LATIN VOX (6 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Lo que debía ser un fin de semana festivo por el Día de la Independencia en la apacible región montañosa del centro de Texas se convirtió en una pesadilla.

Torrenciales lluvias provocaron una súbita crecida del río Guadalupe, causando inundaciones catastróficas que han dejado hasta el momento 43 muertos, entre ellos 15 niños, y 27 niñas desaparecidas de un campamento de verano cristiano.

“La devastación es difícil de describir”, dijo el sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha. “Hemos recuperado 43 cuerpos. Sabemos que hay más personas desaparecidas. La búsqueda continúa.”

Un campamento arrasado

Las autoridades confirmaron que el Camp Mystic, un tradicional campamento de verano a orillas del río Guadalupe, fue arrasado por una crecida vertiginosa de ocho metros en tan solo 45 minutos. En el momento del desastre, unas 750 niñas se encontraban en el lugar. Las autoridades han logrado rescatar a más de 850 personas, pero otras siguen sin aparecer.

Entre las víctimas confirmadas se encuentra Renee Smajstrla, de solo nueve años. Su tío, Shawn Salta, escribió en redes sociales: “No fue el desenlace que esperábamos, pero estamos agradecidos de que estuviera con sus amigas y disfrutando de la vida.”

El caos bajo la lluvia

“Despertamos con la tormenta en mitad de la noche”, relató Elinor Lester, de 13 años, sobreviviente del campamento. “Cuando llegó el rescate, nos ataron con cuerdas para cruzar un puente con el agua subiéndonos hasta los muslos. Fue aterrador.”

Los rescatistas emplean helicópteros, drones y botes en una operación contrarreloj que involucra a más de 1,700 personas. A pesar de la magnitud del operativo, las condiciones siguen siendo peligrosas. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha advertido que se espera más lluvia intensa y declaró: “Esta es una SITUACIÓN PARTICULARMENTE PELIGROSA. ¡BUSQUE TERRENO ALTO YA!”

¿Se pudo haber evitado?

La magnitud del desastre ha generado duras preguntas sobre la preparación de las autoridades locales. Aunque el NWS emitió alertas de inundación con horas de antelación, muchos residentes aseguran que no recibieron advertencias efectivas.

“No recibimos ninguna alerta en el teléfono. Nada”, dijo Matthew Stone, residente de Kerrville. “De pronto todo era una pared negra de muerte.”

Incluso las familias que vivían a pasos del río quedaron atrapadas. Erin Burgess y su hijo de 19 años lograron sobrevivir agarrándose a un árbol mientras su pareja y su perro fueron arrastrados por el agua. “Afortunadamente, mi hijo es alto. Me sostuvo. Eso me salvó la vida.”

En una conferencia de prensa que comenzó con largos discursos de autopromoción por parte de funcionarios republicanos, incluidos el gobernador Greg Abbott y el presidente Donald Trump, las actualizaciones reales sobre víctimas y desaparecidos llegaron solo tras la presión de los periodistas.

Trump, que enfrenta críticas por haber recortado presupuestos del NWS en su segundo mandato, ofreció condolencias a través de su red social Truth Social, afirmando que su administración trabajaba con las autoridades locales.

Una tragedia anunciada por el clima

Las lluvias extremas, cada vez más frecuentes debido al cambio climático, han hecho de la región montañosa del centro de Texas —conocida como Flash Flood Alley— una zona particularmente vulnerable. El suelo poco profundo impide la absorción del agua, lo que acelera las inundaciones.

“Cuando llueve aquí, el agua no se filtra. Baja como una avalancha”, explicó Austin Dickson, director de la Community Foundation of the Texas Hill Country.

La economía de la región depende en gran parte del turismo fluvial y de campamentos centenarios como Mystic, que cada verano atraen a miles de niños de todo Estados Unidos.

Esperanza entre el dolor

En centros de reunificación como el de Ingram, padres abrazaban a hijos sobrevivientes mientras otros esperaban con ansiedad. Una niña con camiseta blanca del campamento lloraba desconsolada en brazos de su madre, descalza en medio de un charco.

“Tuve que mirar a los ojos a mi nieto y decirle que todo iba a estar bien… aunque por dentro estaba muerto de miedo”, confesó Barry Adelman, quien subió con su familia al ático de su casa de tres pisos mientras el agua seguía subiendo.

La lucha continúa

El pronóstico de más lluvias en los próximos días dificulta las tareas de rescate. Las autoridades insisten en que la prioridad sigue siendo encontrar a los desaparecidos con vida.

“Podrían estar refugiados en un árbol, sin comunicación”, dijo el vicegobernador Dan Patrick. “Estamos orando por todos ellos.”

Mientras los rescatistas continúan su labor incansable, la tragedia de Texas deja una pregunta latente: ¿Estamos preparados para la nueva realidad climática que ya está aquí?

Crédito fotográfico: NBC Washington/ Getty Images


To shared