THE LATIN VOX (12 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau se reunió el miércoles con los primeros ministros provinciales para discutir un plan de Ottawa destinado a abordar las preocupaciones del presidente electo de EE. UU., Donald Trump, sobre la frontera entre ambos países.
Este encuentro se da en un contexto de creciente tensión comercial, después de que Trump amenazara con imponer aranceles del 25% a los productos provenientes de Canadá y México, a menos que se detenga lo que él describe como una «invasión» de drogas y «extraterrestres ilegales», en particular el fentanilo.
Este es el segundo encuentro de Trudeau con los premiers desde que Trump lanzó la amenaza de los aranceles el mes pasado, y el primero después de la cena entre el primer ministro canadiense y Trump en Mar-a-Lago.
Según fuentes cercanas a la reunión, Trudeau presentó un plan preliminar para abordar algunas de las inquietudes del presidente electo, que incluye restricciones adicionales a los precursores químicos utilizados para fabricar fentanilo y una mejora en la coordinación entre la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) y otras fuerzas policiales.
El ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, quien estuvo presente tanto en las reuniones con los premiers como en la cena con Trump, aseguró que los detalles del plan se harán públicos en los «próximos días». Se espera que el gobierno canadiense destine cientos de millones de dólares, posiblemente más de 1.000 millones, para reforzar la seguridad en la frontera con EE. UU., una medida que, según fuentes, podría incluir la compra de helicópteros y drones.
A pesar de que el plan aún carece de algunos detalles, fue bien recibido por los premiers provinciales. El primer ministro de Ontario, Doug Ford, que actualmente preside el Consejo de la Federación, calificó la propuesta de un «buen comienzo», pero advirtió que ahora se debe implementar adecuadamente.
Ford y otros premiers solicitaron un mejor intercambio de información sobre el rastreo de fentanilo y sus precursores, así como un aumento en la presencia de oficiales de la RCMP y la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) en la frontera.
Aunque el flujo de migrantes y drogas ilegales a través de la frontera norte de Canadá es solo una fracción de lo que llega desde México, Trump sigue preocupado por lo que cruza desde Canadá, mientras que las autoridades canadienses también se alarman por el tráfico de drogas y armas hacia el norte.
Si Trump sigue adelante con su amenaza de aranceles, las consecuencias para la economía canadiense podrían ser devastadoras. En 2022, EE. UU. importó bienes de Canadá por un valor de 614 300 millones de dólares, y en los primeros nueve meses de 2023, esta cifra alcanzó los 435 000 millones.
A pesar de la incertidumbre, el gobierno canadiense ya ha comenzado a interactuar con empresas estadounidenses para argumentar en contra de los aranceles ante los políticos de EE. UU. La ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, también estuvo presente en la reunión y comentó que se están considerando los productos que podrían ser objeto de aranceles de represalia, en caso de que sea necesario.
Ford, por su parte, se mostró rotundo al afirmar que Canadá debe estar «listo para luchar» y que los aranceles de Trump «100% llegarán». A pesar de las advertencias de Freeland, quien subrayó la importancia de no adelantarse a los acontecimientos, el primer ministro de Ontario sugirió que Canadá podría tomar represalias cortando el suministro de energía a EE. UU., un paso que podría tener repercusiones graves, ya que Canadá es un importante proveedor de petróleo, gas natural y electricidad al sur de la frontera.
Mientras tanto, los premiers provinciales han lanzado una ofensiva diplomática para tratar de suavizar la postura de Trump, reuniéndose con gobernadores y otros políticos estadounidenses. Ford, por ejemplo, ha aparecido en medios de comunicación como CNBC y Fox News, donde ha argumentado que los aranceles propuestos perjudicarían tanto a los estadounidenses como a los canadienses.
Además, su gobierno ha lanzado una campaña publicitaria multimillonaria en EE. UU. para promover los lazos económicos y culturales entre Ontario y el país vecino.
El primer ministro de Ontario instó al gobierno federal a seguir su ejemplo y lanzar una campaña de publicidad en EE. UU. para contrarrestar la amenaza de los aranceles y destacar la importancia de las relaciones comerciales entre ambos países.
Sin embargo, mientras las tensiones continúan creciendo, queda claro que la situación en la frontera, y las decisiones de Trump, tendrán un impacto decisivo en el futuro de las relaciones entre Canadá y EE. UU.
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