
THE LATIN VOX (12 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
En una ofensiva diplomática de alto voltaje, el expresidente estadounidense Donald Trump ha intensificado sus esfuerzos para sellar el acuerdo de paz en Gaza que propuso el 29 de septiembre, mientras los plazos internos y las tensiones políticas se estrechan. El plan, concebido en 20 puntos, contempla desmantelar las capacidades militares de Hamas, establecer una autoridad tecnocrática supervisada internacionalmente y reorganizar la gobernanza de Gaza bajo criterios de transición política.
Aunque ya logró que el gabinete israelí aprobase la hoja de ruta del acuerdo, Trump enfrenta el desafío de persuadir a Hamas, contener las críticas dentro de Israel y asegurar la cooperación de actores árabes clave.
Claves del plan de Trump para Gaza
La propuesta central
- Trump plantea que Hamas entregue el control administrativo de Gaza a un gobierno tecnocrático temporal bajo supervisión internacional.
- El proyecto prevé que los rehenes israelíes sean liberados, la reconstrucción de infraestructura y el papel subsidiario de Hamas en la política futura.
- Israel acordó el plan bajo condiciones: retirada parcial de fuerzas, control de seguridad continuo y condiciones estrictas para el desarme de Hamas.
Avances recientes
- El gabinete de Israel otorgó luz verde a la propuesta de paz presentada por Trump.
- Funcionarios palestinos, incluidos de la Autoridad Palestina, informaron que están dispuestos a colaborar con Trump y el mediador británico Tony Blair para consolidar el cese al fuego y comenzar el proceso de reconstrucción.
- Trump viaja hacia la región con el objetivo de marcar el hito diplomático del acuerdo, reunirse con líderes árabes y reforzar el respaldo internacional al pacto.
- Con optimismo público, Trump ha declarado que “la guerra ha terminado”, aunque es una afirmación simbólica ante la fragilidad del cese al fuego.
Obstáculos y riesgos al cerrar el trato
Resistencia de Hamas y condiciones de aceptación
Hamas no ha aceptado completamente todas las condiciones del plan especialmente lo relativo al desarme, lo que crea una zona gris peligrosa.
Este tipo de acuerdos dependen de que Hamas ceda parte de su autoridad o, al menos, acepte roles simbólicos sin capacidad militar activa.
Escepticismo dentro de Israel
El primer ministro Benjamin Netanyahu apoyó el plan con reservas. Aunque Israel aceptó los puntos esenciales del acuerdo, impuso condiciones estrictas sobre seguridad y supervisión.
En el entorno político israelí, la presión de las facciones más conservadoras y el riesgo de rupturas internas tornan la implementación del pacto muy frágil.
Credibilidad frente a Washington y actores árabes
Para que el acuerdo funcione, Trump necesita convencer no solo a Israel y Hamas, sino también a actores árabes clave como Egipto, Qatar y Turquía. Estas naciones son esenciales para respaldar la reconstrucción, supervisión y legitimidad internacional del pacto.
Si alguna de esas potencias se retira o impone condiciones adicionales, el acuerdo pierde sustancia.
Riesgo de reanudación del conflicto
Aunque el tratado contempla supervisión internacional, cualquier provocación, desacato o incumplimiento puede reactivar hostilidades, socavando la paz emergente.
Escenarios sobre el desenlace
- Acuerdo sellado y transición controlada
Si Hamas acepta bajo presión diplomática prolongar el cese, liberar rehenes y facilitar supervisión, el trato puede consolidarse con un plan gradual de reconstrucción. - Pacto parcialmente aplicado con zonas grises
Algunas cláusulas se implementan, mientras otras —sobre desarme, control completo de Gaza— quedan sujetas a renegociación o retrasos. - Fracaso del proceso y retorno al conflicto
Si Hamas rechaza, o alguna parte incumple, la guerra podría reanudarse, dañando la credibilidad de Trump y los mediadores. - Deriva política interna en Israel o en EE. UU.
Netanyahu podría enfrentar crisis de gobierno si sectores de derecha ven el pacto como concesión peligrosa. En EE. UU., el proyecto puede quedar condicionado a la duración política de Trump.
El momento actual es una de las grandes apuestas diplomáticas en Oriente Medio: Trump intenta capitalizar una ventana política para imponer su visión de paz en Gaza. Las fuerzas están alineadas, pero los riesgos son inmensos. Si fracasa, el conflicto podría recrudecerse. Si tiene éxito, podría reconfigurar el tablero palestino-israelí por años.
Fuente: www.economist.com
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