Trump amenaza con gravar fertilizantes canadienses y reaviva tensiones comerciales en Norteamérica

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THE LATIN VOX (09 de Diciembre de 2025).- Por Daniela Medina

El lunes 8 de diciembre de 2025, el presidente estadounidense Donald J. Trump advirtió con imponer “aranceles muy severos” a los fertilizantes provenientes de Canadá, como parte de una ofensiva dirigida a proteger a los agricultores estadounidenses ante lo que su administración califica de competencia internacional desleal.

Durante un acto en la Casa Blanca, en el que también anunció el fin de restricciones ambientales a equipos agrícolas, Trump reiteró que gran parte de los fertilizantes utilizados en Estados Unidos “vienen de Canadá”, insinuando que la dependencia debe reducirse promoviendo producción doméstica.

La amenaza se da en un contexto de fuerte presión sobre los precios agrícolas, inflación en insumos y creciente malestar entre productores norteamericanos, un grupo clave para la base electoral de Trump de cara a las elecciones intermedias.

¿Qué está en juego? Fertilizantes: insumo clave para el agro

Canadá es uno de los principales proveedores de potasa y otros fertilizantes a Estados Unidos. De hecho, muchas explotaciones agrícolas estadounidenses dependen de esos insumos para sus cultivos de primavera.

Si Washington implementa aranceles elevados al fertilizante canadiense, el impacto podría sentirse rápidamente: desde encarecimiento del costo de producción, hasta un aumento en los precios al consumidor final, y una presión adicional sobre agricultores pequeños y medianos.

Un ejecutivo del sector fertilizante advirtió que los agricultores estadounidenses deberían prepararse para un incremento de los costos de fertilizantes de hasta un 25 %.

Una escalada en la guerra comercial ¿se reaviva el conflicto con Canadá?

La amenaza de nuevos aranceles intensifica las tensiones comerciales entre Washington y Ottawa, en medio de lo que algunos analistas ya denominan una nueva fase de confrontación bilateral.

Anteriormente en 2025, Estados Unidos ya había impuesto tarifas sobre múltiples importaciones provenientes de Canadá y México, en el marco de un agresivo giro proteccionista.

Para muchos productores canadienses y exportadores, una medida de ese tipo supondría un duro golpe: perderían competitividad en el mercado estadounidense, su principal cliente; y se verían forzados a buscar otros mercados o adaptar sus estrategias de producción.

Desde el punto de vista geopolítico, la maniobra puede interpretarse como una señal de que Estados Unidos no descarta cuestionar una vez más los acuerdos comerciales que sostienen el intercambio agrícola y energético en América del Norte.

¿Qué respuesta puede dar Canadá?

Hasta ahora, no hay un pronunciamiento oficial definitivo de Ottawa tras las declaraciones de Washington. Pero expertos nortamericanos señalan que la imposición de aranceles al fertilizante podría generar reacciones: desde represalias comerciales hasta negociaciones diplomáticas para intentar contener el impacto.

Al mismo tiempo, la situación genera preocupación en el sector agrícola canadiense especialmente en las provincias exportadoras de fertilizantes, que podría enfrentar una caída en la demanda y presión económica si Estados Unidos cierra el grifo del mercado.

Además, la posibilidad de que otras importaciones agrícolas como insumos o productos terminados sean objeto de revisión tarifaria abre un panorama de incertidumbre para los flujos comerciales entre ambos países.

Una política de corto plazo ¿pero con efectos duraderos?

Para la administración Trump, los aranceles son una herramienta para “reforzar la producción nacional” y responder a quejas del sector agrícola por competencia desleal.

Sin embargo, los costos ocultos podrían ser significativos: encarecimiento de insumos, aumento en los precios de alimentos, tensiones diplomáticas, alteración de cadenas de suministro y pérdidas económicas en sectores de exportación canadienses.

Para muchos analistas, esta tensión podría marcar un punto de inflexión: más allá de una medida puntual, la decisión de gravar fertilizantes canadienses evidencia una estrategia de arbitrariedad comercial que podría redefinir las reglas de comercio agrícola entre Estados Unidos y sus socios.

Un pulso comercial con riesgos elevados para el agro norteamericano y global

La advertencia de Trump de imponer aranceles “muy severos” al fertilizante canadiense representa un nuevo episodio de la guerra comercial en curso entre Estados Unidos y sus vecinos. Más que un guiño político, puede devenir en una realidad que altere los precios agrícolas, las cadenas de suministro y la estabilidad del sector agroindustrial en América del Norte.

Para Canadá, podría significar la pérdida de un mercado clave. Para Estados Unidos, un golpe directo a los agricultores pero también un doble filo: encarecer insumos y provocar inflación. Y para el sistema alimentario global, un aviso de que los riesgos de fragmentación y proteccionismo siguen latentes, incluso en insumos esenciales como los fertilizantes.

La próxima semana será clave: los mercados internacionales, las empresas del agro y los gobiernos seguirán con atención las decisiones de Washington. Este anuncio podría convertirse en un punto de inflexión, o en el preludio de una nueva escalada comercial.

Fuente; www.bloomberg.com

Foto: Google fotos


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