
El expresidente y actual candidato presidencial Donald Trump intensificó su retórica económica este lunes 7 de abril, al advertir que Estados Unidos podría imponer aranceles adicionales de hasta un 50% a los productos chinos si Pekín responde con medidas comerciales tras los recientes aumentos arancelarios impulsados por su campaña.
Durante un evento con empresarios en Orlando, Florida, Trump aseguró que no tolerará lo que denominó “prácticas comerciales injustas” por parte de China, advirtiendo que cualquier represalia del gobierno de Xi Jinping sería respondida con fuerza. “Si China decide contraatacar, nosotros también lo haremos, y lo haremos más fuerte. Podemos subir aranceles hasta el 50% si es necesario”, dijo el exmandatario.
Estas declaraciones se producen después del anuncio de un nuevo paquete de tarifas comerciales impulsado por Trump y su equipo, que incluye aumentos sobre productos chinos estratégicos como semiconductores, baterías de litio y vehículos eléctricos. La medida, anunciada hace una semana, fue justificada por el equipo republicano como una forma de proteger la industria estadounidense y “castigar” lo que consideran competencia desleal.
En respuesta, el Ministerio de Comercio de China señaló en un comunicado que el país «se reserva el derecho a responder de manera apropiada y proporcional», insinuando que podrían aplicarse contramedidas a productos agrícolas estadounidenses o bienes tecnológicos.
Economistas internacionales han advertido que una escalada en el conflicto comercial entre las dos potencias tendría consecuencias globales. El índice Dow Jones cayó más de 1.100 puntos el jueves pasado tras los primeros anuncios arancelarios de Trump, en medio del nerviosismo de los inversores ante un posible nuevo ciclo de guerra comercial.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional ha señalado que una política comercial basada en aranceles podría frenar el crecimiento económico mundial y afectar negativamente la recuperación postpandemia. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, pidió «diálogo, no confrontación», como vía para resolver las disputas económicas.
El equipo de campaña de Trump, sin embargo, considera que estas medidas arancelarias podrían fortalecer su posición frente a su rival demócrata, al capitalizar el sentimiento de protección económica entre votantes de estados industriales como Michigan, Ohio y Pensilvania.
credito fotografico: Kyle Grillot/Bloomberg