
THE LATIN VOX (23 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Una semana después de la cumbre de Alaska, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a amenazar con imponer duras sanciones económicas contra Rusia si no se logra avanzar hacia un acuerdo de paz en Ucrania.
La advertencia se produce en medio de la negativa del Kremlin a programar un encuentro directo entre Vladímir Putin y Volodímir Zelenskyy, pese a los reiterados llamados del mandatario ucraniano.
“Voy a tomar una decisión muy importante: si imponemos sanciones masivas, aranceles masivos, ambas cosas, o si no hacemos nada y dejamos que ellos resuelvan su lucha”, declaró Trump, visiblemente frustrado por la falta de progresos.
El republicano también expresó su descontento por un reciente ataque ruso a una fábrica estadounidense en Ucrania que dejó varios trabajadores heridos.
Sin avances hacia un encuentro Putin–Zelenskyy
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, reiteró que “no hay ninguna reunión planificada” entre Putin y Zelenskyy. Según Moscú, un encuentro solo sería posible cuando exista una agenda “lista y concreta”, lo que, según Lavrov, “no es el caso por ahora”.
Zelenskyy, por su parte, ha insistido en que un cara a cara con el líder del Kremlin es la única vía realista para explorar un alto el fuego, aunque acusó a Moscú de intentar “eludir cualquier negociación” y prolongar la ofensiva militar.
Optimismo ruso y señales contradictorias
Mientras Trump exhibía una fotografía de su encuentro con Putin en Alaska como símbolo de su “diplomacia personal”, el propio mandatario ruso declaró en una visita a un centro de investigación nuclear que ve “luz al final del túnel” en las relaciones con Estados Unidos. “El siguiente paso depende de Washington”, dijo, confiando en las “cualidades de liderazgo” del presidente estadounidense.
No obstante, las tensiones persisten. Rusia mantiene su exigencia de anexar territorios en el este y sur de Ucrania, a cambio de congelar el frente en otras zonas. Zelenskyy, aunque ya no plantea un alto el fuego prolongado como condición inicial, insiste en que Kiev no puede negociar “bajo la amenaza de las armas”.
Coste humano y presión internacional
Desde el inicio de la invasión rusa en 2022, miles de civiles ucranianos han muerto y analistas estiman más de un millón de bajas entre ambos ejércitos. Los ataques a instalaciones energéticas continúan, lo que agrava la crisis humanitaria y alimenta el temor a un invierno aún más devastador.
El debate sobre las garantías de seguridad para Ucrania sigue siendo el punto central de la diplomacia occidental. Trump asegura que Rusia aceptó ciertos compromisos, aunque Moscú los ha desmentido. “Discutir garantías sin Rusia es un camino hacia ninguna parte”, advirtió Lavrov.
Zelenskyy, en cambio, reclama la presencia de fuerzas extranjeras en territorio ucraniano como elemento disuasorio frente a futuras agresiones rusas.
Un tablero incierto
El escenario, a un año de nuevas elecciones legislativas en Estados Unidos, coloca a Trump en una posición delicada: mostrar resultados en un conflicto que ha marcado la política exterior global o endurecer su postura frente a Moscú con sanciones que podrían tensar aún más el tablero internacional.
Por ahora, la paz en Ucrania parece seguir siendo una meta lejana, atrapada entre las maniobras diplomáticas, los cálculos electorales y una guerra que no da tregua.
Crédito fotográfico: 6ABC