EE.UU: Trump autoriza bombardeos aéreos contra ISIS en Somalia

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Foto: The Associated Press

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado una serie de ataques aéreos de precisión contra objetivos del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) en las regiones montañosas de Golis, al norte de Somalia. Estos bombardeos, que fueron ejecutados con la colaboración del Gobierno Federal de Somalia, resultaron en la muerte de varios miembros clave de ISIS, incluyendo a uno de sus principales comandantes. El ataque también logró eliminar a varios reclutas del grupo y destruir infraestructuras utilizadas por los terroristas para planificar y ejecutar sus operaciones.

Según fuentes oficiales, los bombardeos se dirigieron a una serie de túneles y refugios en las montañas donde los miembros de ISIS habían establecido sus bases operativas. Los atacantes fueron localizados a través de inteligencia militar y tecnológica avanzada, lo que permitió realizar una operación quirúrgica sin causar víctimas entre la población civil. La región, conocida por su difícil acceso, ha sido un refugio para grupos yihadistas en el último periodo.

Pete Hegseth, secretario de Defensa de Estados Unidos, confirmó la orden del presidente Trump, destacando que esta acción representa un avance significativo en la lucha contra el terrorismo global. Hegseth subrayó que los ataques eliminan una de las principales amenazas de ISIS en la región del Cuerno de África, dificultando así la capacidad del grupo para llevar a cabo futuros ataques terroristas tanto en Somalia como en otros puntos del mundo.

Trump, por su parte, no tardó en celebrar la acción, asegurando en un comunicado que los ataques han causado bajas importantes dentro del grupo terrorista. El presidente también criticó la falta de acción del gobierno anterior, liderado por Joe Biden, sobre lo que él calificó como una respuesta inadecuada al resurgimiento de ISIS en África. “Este es un ejemplo claro de que bajo nuestra administración, el terrorismo no tendrá refugio. Si nos atacan, respondemos con contundencia”, afirmó Trump.

Somalia ha sido durante años un punto caliente de conflicto debido a la presencia de varios grupos yihadistas, entre ellos Al-Shabaab, que mantiene un control sobre amplias zonas del país. Aunque ISIS ha tenido una presencia menor en comparación con Al-Shabaab, su actividad ha ido en aumento, especialmente en las regiones montañosas del norte. Desde su aparición en Somalia en 2015, el grupo ha intentado expandir su influencia, llevando a cabo una serie de atentados suicidas y emboscadas a las fuerzas de seguridad somalíes y las tropas internacionales destacadas en la región.

Los bombardeos de Estados Unidos son parte de una estrategia más amplia para contener el avance de los grupos terroristas en África, que ha cobrado especial relevancia en los últimos años con el resurgimiento de ISIS en varias regiones del continente. Estados Unidos ha llevado a cabo una serie de operaciones en África, apoyando a las fuerzas locales en la lucha contra el extremismo, y el reciente ataque en Somalia refuerza este enfoque.

La decisión de Trump de autorizar estos ataques aéreos también refleja un cambio en la política estadounidense hacia África. Durante su presidencia, Barack Obama impulsó un enfoque de cooperación con los gobiernos locales y fuerzas internacionales para hacer frente al extremismo. Sin embargo, la administración de Trump ha adoptado una postura más agresiva, incrementando las operaciones militares directas en la región.

Según informes del Pentágono, el grupo ISIS en Somalia había sido un blanco prioritario debido a su capacidad para atraer y radicalizar nuevos combatientes, tanto en África como en otras partes del mundo. Con la eliminación de estos operativos clave, las autoridades estadounidenses esperan un debilitamiento en la estructura del grupo, aunque los expertos advierten que el ISIS podría seguir siendo una amenaza activa en la región.

La operación ha recibido elogios de varios sectores dentro de Estados Unidos, especialmente por parte de figuras republicanas, quienes la ven como una victoria significativa en la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, algunos expertos en relaciones internacionales han señalado que, aunque los ataques son una muestra de poder, no abordan las causas profundas del extremismo en Somalia ni en otras partes del continente africano.

Por otro lado, organizaciones humanitarias que operan en la región han expresado su preocupación por las consecuencias de los bombardeos, temiendo que los enfrentamientos entre las fuerzas locales, el ISIS y las intervenciones extranjeras puedan aumentar la inestabilidad y las tensiones, afectando a la población civil. La región sigue siendo una de las más vulnerables en términos de seguridad y desarrollo, con miles de desplazados internos y un sistema de salud y educación gravemente afectado por el conflicto.


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