Trump busca revivir el proyecto del oleoducto Keystone XL, enfrentando desafíos significativos

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado su intención de reactivar el proyecto del oleoducto Keystone XL, una iniciativa destinada a transportar petróleo desde las arenas bituminosas de Alberta, Canadá, hasta refinerías en Estados Unidos. Este proyecto ha enfrentado una serie de obstáculos políticos y ambientales desde su propuesta inicial en 2008.

Historia del proyecto

El oleoducto Keystone XL fue propuesto por primera vez en 2008 por la empresa TransCanada (ahora TC Energy) con el objetivo de transportar aproximadamente 830,000 barriles diarios de petróleo desde Alberta hasta Nebraska, y de allí a refinerías en la costa del Golfo de México. A lo largo de los años, el proyecto ha sido objeto de intensos debates y enfrentamientos legales. En 2015, el presidente Barack Obama rechazó el proyecto debido a preocupaciones ambientales. Posteriormente, en 2017, el presidente Trump revivió la iniciativa, otorgando los permisos necesarios para su construcción. Sin embargo, en 2021, el presidente Joe Biden revocó dichos permisos como parte de sus esfuerzos para combatir el cambio climático, lo que llevó a TC Energy a cancelar oficialmente el proyecto en junio de 2021.

Intentos de reactivación

A pesar de la cancelación, el presidente Trump ha expresado recientemente su deseo de reactivar el oleoducto Keystone XL. Ha prometido facilitar los permisos regulatorios y ha instado a TC Energy, ahora conocida como South Bow Energy, a retomar el proyecto. Trump argumenta que el oleoducto es vital para la seguridad energética de Estados Unidos y podría generar empleos en el sector.

Desafíos actuales

La reactivación del proyecto enfrenta múltiples desafíos. Tras la cancelación en 2021, TC Energy desmanteló las secciones construidas y vendió parte de los materiales destinados al oleoducto. Además, el panorama energético ha cambiado, con un aumento en la producción de petróleo en Estados Unidos y la apertura de nuevas rutas de exportación para el crudo canadiense. Cualquier intento de revivir el proyecto requeriría obtener nuevamente permisos locales, servidumbres de tierras y enfrentar posibles desafíos legales y oposición de grupos ambientalistas y comunidades indígenas.

Reacciones en Canadá

En Canadá, la posible reactivación del oleoducto ha generado diversas reacciones. Mientras algunos sectores ven la iniciativa como una oportunidad para fortalecer la industria petrolera y mejorar la economía, otros expresan preocupaciones ambientales y señalan los riesgos asociados con la extracción y transporte de petróleo de arenas bituminosas. El gobierno canadiense aún no ha emitido una posición oficial sobre los recientes comentarios del presidente Trump.

Conclusión

Aunque el presidente Trump muestra un renovado interés en el oleoducto Keystone XL, la realidad actual presenta obstáculos significativos para su realización. Las dinámicas cambiantes del mercado energético, junto con desafíos legales y ambientales, hacen que la reactivación del proyecto sea incierta. Será necesario un esfuerzo coordinado entre gobiernos, empresas y comunidades para abordar las preocupaciones y determinar la viabilidad futura de esta iniciativa.


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