
THE LATIN VOX (26 de agosto del 2025).- Por Daniela Medina.
El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, anunció la celebración de una gran cumbre en la Casa Blanca con el objetivo de tratar la crítica situación en Gaza, marcada por una guerra devastadora, un colapso humanitario sin precedentes y la creciente presión internacional hacia Israel y los grupos palestinos.
El anuncio lo realizó su enviado especial, el magnate Steve Witkoff, quien aseguró que Trump está convencido de que “habrá una resolución de una forma u otra, y ciertamente antes de que termine el año”.
La reunión, prevista en la emblemática Blue Room de la Casa Blanca, busca convertirse en un punto de inflexión en un conflicto que, según analistas, se ha convertido en la principal amenaza para la estabilidad del Medio Oriente.
Una iniciativa cargada de simbolismo político y electoral
La convocatoria de Trump llega en un momento en que el exmandatario busca reafirmar su influencia tanto en la política internacional como en la escena doméstica estadounidense. Desde que dejó la presidencia en 2021, Trump ha tratado de proyectar una imagen de “estadista indispensable”, capaz de manejar crisis globales con audacia y pragmatismo.
La cumbre en la Casa Blanca se enmarca en esta estrategia. No es solo una respuesta a la crisis humanitaria en Gaza, sino también un gesto hacia su base electoral y hacia la comunidad internacional, que observa con atención los movimientos de un líder que podría presentarse nuevamente como candidato en 2028.
“Trump quiere demostrar que sigue siendo el único capaz de resolver conflictos en Medio Oriente, como ya hizo en el pasado con los Acuerdos de Abraham”, explica la analista de seguridad Miriam Goldstein, desde Tel Aviv.
El contexto: Gaza en llamas
La operación militar israelí en Gaza, iniciada a gran escala meses atrás, ha dejado miles de víctimas civiles, infraestructuras devastadas y una población al borde de la hambruna. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu insiste en que la campaña militar busca “desarmar completamente a Hamás y garantizar la seguridad de Israel a largo plazo”.
Sin embargo, las imágenes de hospitales colapsados, campos de refugiados destruidos y familias huyendo sin destino han intensificado las críticas contra Tel Aviv en foros internacionales como la ONU, la Unión Europea y varias ONG de derechos humanos.
El enviado de la ONU para Oriente Medio, Tor Wennesland, advirtió recientemente que “el costo humano de esta guerra amenaza con generar una desestabilización regional sin precedentes”.
Los posibles objetivos de la cumbre de Trump
Aunque no se conocen aún los detalles de la agenda oficial, fuentes cercanas a la organización señalan que la reunión en la Casa Blanca podría abordar los siguientes puntos:
- Alto el fuego humanitario inmediato, con garantías verificables para ambas partes.
- Liberación de rehenes israelíes aún en manos de Hamás y otros grupos armados.
- Acceso masivo de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, bajo coordinación internacional.
- Discusión sobre una eventual reconstrucción de Gaza, financiada en parte por países árabes del Golfo.
- Reactivación de canales diplomáticos con Egipto, Qatar y Jordania, claves en la mediación.
- Definición del papel de Estados Unidos como garante de cualquier acuerdo.
Reacciones en Israel y Palestina
La noticia fue recibida con cautela en Jerusalén. El gobierno de Netanyahu, fuertemente dependiente del apoyo estadounidense, no ha confirmado si enviará una delegación de alto nivel, pero miembros de su gabinete reconocieron en privado que “Trump sigue siendo un aliado fiable y con credibilidad ante la derecha israelí”.
Por su parte, representantes de la Autoridad Nacional Palestina expresaron escepticismo. “Trump nunca fue imparcial. Durante su presidencia tomó decisiones unilaterales, como reconocer a Jerusalén como capital de Israel”, dijo Saeb Nusseibeh, exnegociador palestino.
En Gaza, dirigentes de Hamás calificaron la convocatoria como “un espectáculo político”, aunque admitieron que cualquier alto el fuego que alivie el sufrimiento de la población civil “será bienvenido”.
El factor internacional
El anuncio también generó reacciones en capitales internacionales:
- La Unión Europea manifestó su disposición a participar “siempre que la reunión sea inclusiva y no excluya a actores palestinos legítimos”.
- Egipto y Qatar, mediadores habituales en el conflicto, expresaron que estarían listos para colaborar en la iniciativa.
- China y Rusia, que han tratado de ampliar su influencia en la región, observarán de cerca los resultados, dado que un fracaso podría fortalecer sus narrativas contra la diplomacia estadounidense.
¿Diplomacia genuina o cálculo electoral?
Para muchos expertos, la pregunta central es si Trump busca realmente una solución duradera o si está utilizando la crisis de Gaza como plataforma política.
“Trump está pensando en grande, como siempre. Pero esta cumbre es también un escenario perfecto para mostrarse como hombre fuerte y estadista, justo cuando el Partido Republicano necesita consolidar liderazgos de cara a las elecciones de 2028”, señaló David Shapiro, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Columbia.
Otros recuerdan que, bajo su administración, se lograron avances diplomáticos inéditos, como los mencionados Acuerdos de Abraham, que normalizaron relaciones entre Israel y varios países árabes.
Una apuesta arriesgada
La cumbre en la Casa Blanca representa una apuesta de alto riesgo para Donald Trump. Si logra encaminar un alto el fuego o sentar las bases de una negociación real, podría consolidar su legado diplomático y fortalecer sus aspiraciones políticas futuras.
Pero si el encuentro fracasa, se arriesga a ser percibido como un intento de autopromoción en medio de una tragedia humanitaria.
Mientras tanto, en Gaza, millones de personas esperan que cualquier movimiento internacional sirva para detener la violencia y abrir una ventana hacia la paz.
Fuente: www.jpost.com
Foto: Andrew Harnik/Getty Images