En un giro inesperado en la política estadounidense, el expresidente Donald Trump ha salido en defensa del gobernador de Minnesota, Tim Walz, por su manejo de las protestas tras la muerte de George Floyd en 2020. A pesar de las críticas recientes de sus aliados republicanos, Trump expresó su satisfacción con la respuesta de Walz durante esos tumultuosos días.
En una grabación de una llamada telefónica, Trump elogió a Walz durante una conversación con varios gobernadores el 1 de junio de 2020. “Estoy muy contento con la forma en que manejaste la situación en los últimos días, Tim”, dijo Trump. “Llamaste a grandes números y esos grandes números los derribaron tan rápido como bolos”. Trump también sugirió que fue su aliento lo que llevó a Walz a llamar a la Guardia Nacional: “Dije, tienes que usar la Guardia Nacional en grandes números”.
Estas declaraciones contrastan con las críticas actuales de los aliados de Trump, quienes han atacado a Walz por su manejo de las protestas. El senador de Ohio, JD Vance, candidato republicano a la vicepresidencia, afirmó que Walz permitió que los alborotadores quemaran las calles de Minneapolis. Sin embargo, en la llamada de 2020, Trump describió a Walz como un “excelente tipo” y elogió su liderazgo como un ejemplo para otros estados.
La portavoz de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, aclaró que Trump solo elogió a Walz después de que el gobernador siguiera su consejo de solicitar el apoyo de la Guardia Nacional. “El gobernador Walz permitió que Minneapolis ardiera durante días, a pesar de la oferta del presidente Trump de desplegar soldados y los gritos de ayuda del alcalde liberal de Minneapolis”, dijo Leavitt.
La aprobación contemporánea de Trump a la toma de decisiones de Walz socava una de las líneas de ataque más vocales de los republicanos contra el candidato a la vicepresidencia. Los críticos han acusado a Walz de retrasar la movilización de la Guardia Nacional para sofocar a los alborotadores que incendiaron 1,500 edificios, causaron daños por valor de 500 millones de dólares y estuvieron vinculados a al menos tres muertes.
En medio de esta controversia, la campaña de Harris-Walz ha negado las afirmaciones de Trump de que fue su aliento lo que llevó a Walz a actuar. Un portavoz de la campaña dijo que esas afirmaciones eran falsas y que Walz había tomado sus propias decisiones basadas en la situación en el terreno.
Este intercambio resalta las complejidades y las tensiones dentro del panorama político estadounidense, donde las narrativas pueden cambiar rápidamente y las alianzas pueden ser efímeras. A medida que se acercan las elecciones, es probable que estos temas continúen siendo un punto focal en el debate político nacional.