THE LATIN VOX (25 de septiembre de 2025).- Daniela Medina.
En una declaración contundente desde la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, aseguró que no permitirá que Israel anexe la ocupada región de Cisjordania, ante la creciente presión de líderes árabes, movimientos diplomáticos internacionales y las expectativas dentro de su propia administración. “No lo permitiré. Eso no va a pasar”, afirmó Trump al reaccionar ante especulaciones de que Israel pretendía extender su soberanía sobre territorios palestinos.
Esta afirmación se produce en un momento de tensiones en la región, cuando el gobierno israelí y en particular sectores nacionalistas dentro de su coalición habían puesto la anexión como meta política, mientras que varios países occidentales ya anunciaron reconocimientos de Palestina como Estado independiente.
Detalles del anuncio y contexto político
Lo dicho por Trump
- Desde el Despacho Oval, al responder a reporteros, Trump declaró: “No voy a permitir que Israel anexe Cisjordania. Eso no va a suceder”.
- Agregó: “Ya basta. Es hora de detener esto ahora mismo”.
- Trump dijo que había hablado del asunto con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, dejando en claro que su postura ya fue comunicada en privado además de públicamente.
Motivos del reproche internacional
- La anexión viene siendo promovida por sectores del gobierno israelí como medio para consolidar los asentamientos judíos en Cisjordania y alterar la geografía política del conflicto palestino-israelí.
- Sin embargo, esa medida es ampliamente rechazada por países árabes, organizaciones internacionales y gobiernos que han visto en ella una barrera definitiva para la solución de dos Estados.
- El anuncio de Trump también llega luego de que naciones como Francia, Reino Unido, Canadá y Australia reconocieron recientemente el Estado palestino, una maniobra diplomática para preservar la viabilidad de una solución de dos Estados.
Reacciones en Israel y desafíos internos
Posturas dentro del gobierno israelí
- Algunos miembros de la coalición de Netanyahu han rechazado públicamente la posibilidad de aceptar la directiva estadounidense, argumentando que la soberanía sobre Cisjordania es una decisión exclusiva del pueblo judío.
- Un legislador del partido Likud declaró: “Israel ama a Trump, pero la anexión es una decisión que solo el pueblo judío puede tomar”.
- El plan de construcción ampliada de asentamientos en la zona E1 —que conecta Jerusalem con Ma’ale Adumim— ha sido visto por muchos como avance práctico hacia la anexión territorial. El ministro Bezalel Smotrich fue uno de los promotores más explícitos de esa estrategia.
Riesgo para la coalición de gobierno
- La negativa de Trump a permitir la anexión puede tensar las alianzas dentro del gabinete israelí, especialmente con partidos nacionalistas que habían hecho de la anexión un eje de su agenda.
- Si esas fuerzas extremas presionan demasiado, podrían desencadenar crisis de gobierno o ruptura de la coalición.
Implicaciones diplomáticas y estratégicas
Repercusiones regionales
- Varios líderes árabes habían advertido que la anexión sería una “línea roja” que pondría en peligro los acuerdos de normalización entre Israel y países árabes.
- La negativa pública del principal aliado de Israel —Estados Unidos— debilita la legitimidad de posibles movimientos unilateralistas en territorios ocupados.
Impulso al proceso de paz
- La postura de Trump podría renovar esperanzas para reactivar negociaciones en torno a la solución de dos Estados, al reforzar que no habrá apoyo internacional para cambios territoriales forzados.
- Sin embargo, es incierto cuánto peso real tendrá esta declaración frente a las dinámicas militares, políticas y de seguridad que atraviesan la región.
Credibilidad estadounidense y consistencia política
- Trump ha sido históricamente un aliado estrecho de Israel; esta nueva postura implica un cambio notable, que algunos interpretan como respuesta a presiones diplomáticas árabes y europeas.
- Su capacidad para hacer cumplir esta negativa dependerá de la influencia que pueda ejercer sobre Netanyahu y de la voluntad de EE. UU. de imponer consecuencias diplomáticas o económicas si se intenta la anexión de todos modos.
Escenarios futuros posibles
- Detención del proceso de anexión
Si Netanyahu considera que carece de respaldo internacional, podría frenar formalmente la anexión y optar por métodos más graduales (expansión de asentamientos, control de facto). - Enfrentamiento diplomático si Israel lo intenta de todos modos
Si algún segmento del gobierno israelí intenta avanzar con la anexión a pesar de la advertencia de EE. UU., podría generarse una intensa crisis diplomática bilateral, con sanciones, cortes de apoyo o reclamos formales. - Presión sobre EE. UU. para dar marcha atrás
Grupos internos, aliados pro-Israel o sectores del partido republicano podrían presionar para que Trump reconsidere esa prohibición si lo ven como debilitamiento del vínculo estratégico con Israel.
Reflexión final
Las declaraciones de Trump representan un momento inesperado en la política de Oriente Medio: un presidente estadounidense abiertamente limitando la capacidad de Israel para avanzar en la anexión de territorio ocupado. Es un gesto con alto significado simbólico y político, que podría redefinir las líneas rojas del conflicto israelí-palestino en los próximos meses.
No obstante, la aplicación práctica de esta postura dependerá de cuánto Trump esté dispuesto a respaldarla con hechos, cuánta resistencia interna encuentre Israel —particularmente de sectores nacionalistas— y de cómo reaccionen las potencias regionales. En un conflicto en el que la geografía, la seguridad y la diplomacia siempre se entrelazan, esta declaración añade un nuevo elemento de incertidumbre al tablero del Medio Oriente.
Fuente:www.timesofisrael.com
Foto:www.timesofisrael.com