THE LATIN VOX (21 de septiembre de 2025).- Por Daniela Medina.
En una de las medidas más dramáticas hasta ahora dentro de su reestructuración migratoria, el presidente Donald Trump firmó una proclamación que introduce una tarifa de US$100,000 para cada nueva petición de visa H-1B. Este cambio justificado por el gobierno como parte de una estrategia para “proteger a los trabajadores estadounidenses”, elevar los salarios en sectores tecnológicos y frenar abusos del programa supone un costo extraordinariamente alto para los empleadores que dependan de trabajadores extranjeros especializados. La nueva norma, que entrará en vigor para nuevas solicitudes tras el próximo sorteo de visados, no afectará a quienes ya ostentan la visa ni a quienes aplican para renovaciones.
¿Qué es la visa H-1B y por qué es central en el debate?
- La visa H-1B es una categoría de visa no inmigrante en EE.UU. que permite a compañías estadounidenses contratar por períodos temporales a trabajadores extranjeros con alta especialización, principalmente en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Requiere un patrocinio por parte de un empleador, un título universitario o equivalente, y suele estar sujeta a un cupo anual (cap).
- En los últimos años, esta visa ha sido clave para la innovación tecnológica en EE.UU., permitiendo que empresas de software, bancos, instituciones de investigación y otras dependan de talento extranjero altamente especializado. Sin embargo, también se ha criticado por abusos, salarios bajos para algunos trabajadores extranjeros, y la supuesta supresión de oportunidades para trabajadores estadounidenses.
Lo que cambia con la tarifa de US$100,000
Alcance y aplicación
- La tarifa de US$100,000 será una cuota única exigida por cada petición nueva de visa H-1B. No se aplicará a quienes ya tienen esta visa ni a quienes soliciten renovaciones.
- Empezará a regir con la próxima ronda del sorteo (lottery) de las visas H-1B. Las peticiones presentadas después de la fecha de inicio oficial del cambio serán las que se vean sujetas al nuevo costo.
Motivaciones oficiales
El gobierno de Trump defiende la medida con argumentos como:
- Proteger y priorizar a trabajadores estadounidenses, insinuando que muchas empresas prefieren contratar extranjeros H-1B en lugar de formar talento nacional.
- Elevar los salarios del programa H-1B, evitando que haya contrataciones por debajo de lo que sería remuneración justa o de mercado para trabajadores extranjeros.
- Limitar los abusos del sistema, como empresas que “acaparan” trabajadores H-1B o los usan para reemplazar mano de obra barata, según la narrativa del gobierno.
Reacciones y efectos inmediatos
Desde las empresas de tecnología
- Grandes compañías tecnológicas como Amazon, Microsoft, Google y JPMorgan han mostrado preocupación. Se ha reportado que muchas han aconsejado a sus empleados con visas H-1B que eviten viajar internacionalmente dado el riesgo de enfrentar costos inesperados o problemas de reingreso.
- Hay inquietud de que el cambio disuada a empleadores de patrocinar trabajadores extranjeros o reduzca la competitividad de EE.UU. en atraer talento global, especialmente en un sector donde la demanda de especialistas en IA, computación, ingeniería, etc., sigue siendo muy alta.
Desde los trabajadores extranjeros
- Quienes están entre los posibles beneficiarios de una nueva petición H-1B (o los que estén fuera de EE.UU.) podrían sentir que las barreras económicas se vuelven prohibitivas. Aquellos en etapas tempranas de carrera o en posiciones menos remuneradas podrían quedar excluidos.
- Las clarificaciones emitidas por la Casa Blanca indican que la tarifa no se aplicará a renovaciones ni a titulares actuales de la visa, lo que da cierto respiro, pero deja incertidumbres sobre viajes, reingresos internacionales o qué sucede si alguien con H-1B está fuera del país al momento del cambio.
Implicaciones legales y críticas
- Expertos en inmigración señalan que imponer tarifas tan elevadas podría enfrentar impugnaciones legales: cuestionamientos sobre si el Presidente tiene autoridad para fijar costos tan altos sin autorización específica del Congreso.
- Hay advertencias de sectores académicos, de innovación, y de organizaciones empresariales de que esto podría frenar el ritmo de nuevas innovaciones, proyectos de investigación, colaboración internacional, e inversión extranjera en tecnología.
Escenarios a mediano y largo plazo
Potenciales consecuencias económicas
- Empresas que dependan en buena parte de talento extranjero podrían ver aumentados sus costos operativos drásticamente. Start-ups, en especial, podrían tener dificultades para absorber el costo.
- Podría generarse una migración de talento hacia otros países con políticas más favorables, si los trabajadores calificados perciben que la visa H-1B ya no es accesible.
Ajustes estratégicos
- Empleadores podrían reconsiderar el uso de la visa H-1B, optando por otras vías migratorias como visas de “extraordinary ability” (O-1), tarjetas de residencia (green cards) con méritos excepcionales, o buscar talento local.
- Se espera que recursos humanos y departamentos legales de empresas revisen los presupuestos de inmigración, proyecten el costo adicional, y negocien con empleados sobre compensaciones en caso de que el uso de visa H-1B sea esencial para ciertos roles.
Impacto político y diplomático
- El cambio puede alimentar tensiones con países con un gran número de ciudadanos que usan la visa H-1B (especialmente India, China, etc.), quienes podrían considerar que se les está imponiendo una barrera comercial/ migratoria.
- También puede generar debate interno sobre hasta dónde puede llegar una política migratoria proteccionista sin perjudicar la competitividad del país, sus sectores tecnológicos o su reputación internacional.
Reflexión: ¿protección económica o barrera al talento?
Este nuevo cargo de US$100,000 representa un cambio de paradigma en la política migratoria estadounidense. Enmarca el debate sobre inmigración entre dos polos: la necesidad legítima de proteger puestos de trabajo, salarios y evitar abusos, frente al riesgo de aislar al país en un entorno global competitivo donde el talento internacional juega un papel vital en innovación, crecimiento tecnológico y avance científico.
Las preguntas que quedan abiertas son muchas: ¿será esta tarifa sostenible sin dañar la economía de EE.UU.? ¿Cuántos aspirantes extranjeros dejarán de aplicar por el costo? ¿Cómo afectará esto el ritmo de desarrollo tecnológico, la inversión extranjera directa, o la diversidad del ecosistema laboral?
En última instancia, la medida fuerza una reflexión profunda sobre qué tipo de inmigración se considera “válida” o “deseable”: ¿solo para los que pueden costearlo, solo para puestos de alto rango, solo para pocos privilegiados? Y si eso es así, ¿qué mensaje envía esto al mundo sobre las aspiraciones de EE.UU. como destino para quien busca contribuir con su talento?
Fuente:www.forbes.com/
Foto: Google fotos