THE LATIN VOX (22 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La administración de Donald Trump ha lanzado una revisión masiva de los más de 55 millones de extranjeros que poseen visas válidas para ingresar o residir en Estados Unidos, en un giro que marca una de las expansiones más amplias de su política migratoria.
El Departamento de Estado confirmó que todos los titulares de visas estarán sujetos a un sistema de “vigilancia continua”, que incluye el escrutinio de publicaciones en redes sociales, con el objetivo de detectar posibles infracciones que justifiquen la revocación de la visa o incluso la deportación si ya se encuentran en territorio estadounidense.
“Revocamos visas en cualquier momento en que haya indicios de inelegibilidad: desde permanencias ilegales hasta actividad criminal, amenazas a la seguridad pública o vínculos con organizaciones terroristas”, explicó un portavoz del departamento.
La nueva frontera: Redes sociales y “antiamericanismo”
La medida sigue al anuncio de que se evaluarán también las “posturas antiestadounidenses” en redes sociales. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) detalló que el nuevo protocolo amplía la revisión de publicaciones en línea de solicitantes de visas, estatus migratorio o ciudadanía.
“Los beneficios de Estados Unidos no deben darse a quienes desprecian al país o promueven ideologías antiamericanas”, afirmó Matthew Tragesser, portavoz del USCIS.
Históricamente, el término “antiamericanismo” estuvo vinculado al comunismo, pero en el actual contexto político se ha extendido hacia posturas críticas de la política exterior estadounidense, especialmente las relacionadas con Israel y la guerra en Gaza.
El gobierno ha señalado a estudiantes y universidades de “antisemitismo” y de apoyar al terrorismo por participar en protestas en defensa de los derechos palestinos, acusaciones que los activistas rechazan.
Visas estudiantiles bajo presión
El sector educativo se ha convertido en un campo de prueba clave. Desde abril, la administración Trump ha revocado o modificado el estatus legal de cientos de estudiantes internacionales, en algunos casos reinstaurándolos tras varias semanas.
En mayo se interrumpieron temporalmente las entrevistas para visas académicas y en junio se introdujo la obligación de abrir perfiles de redes sociales a diplomáticos estadounidenses antes de la aprobación de visas de estudio o intercambio.
Según el Departamento de Estado, desde enero se han revocado 6.000 visas estudiantiles. De estas, cerca de 4.000 fueron canceladas por supuestas infracciones de ley, incluidas agresiones, conducción bajo los efectos del alcohol, robo y apoyo al terrorismo.
Un control con impacto global
La política refuerza la visión de Trump de que vivir y trabajar en Estados Unidos “es un privilegio y no un derecho”. Pero críticos advierten que el escrutinio masivo —que combina vigilancia digital, criterios políticos y acusaciones de antisemitismo— puede ser utilizado para reprimir la disidencia y sembrar incertidumbre entre millones de extranjeros que ya residen legalmente en el país.
La medida, en suma, abre un nuevo capítulo en la relación entre migración, seguridad nacional y libertad de expresión, con un alcance que va mucho más allá de las fronteras estadounidenses.
Crédito fotográfico: The Financial Express