
THE LATIN VOX (3 de julio 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En una ajustada votación de 218 a 214, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves la ambiciosa ley fiscal y de gasto promovida por el presidente Donald Trump, marcando la primera gran victoria legislativa de su segundo mandato.
Aunque los republicanos celebraron el avance, la legislación ya está generando intensas reacciones por su potencial impacto en millones de estadounidenses, sobre todo los más vulnerables.
Con esta medida, Trump consolida su visión de gobierno: menos impuestos para sectores clave, un giro radical en inmigración, y un recorte profundo en programas sociales como Medicaid y asistencia alimentaria (SNAP). El presidente ha calificado el proyecto como “una ley grande y hermosa que hará más fuerte, segura y próspera a nuestra nación”. Para muchos, sin embargo, el costo social será alto.
Una victoria al límite
La ley fue el resultado de semanas de intensas negociaciones entre republicanos divididos. Solo dos congresistas del partido —Thomas Massie y Brian Fitzpatrick— votaron en contra. La oposición demócrata fue total. La votación estuvo precedida por una maratón de sesiones nocturnas, tensas reuniones a puerta cerrada y concesiones de último minuto ofrecidas directamente por Trump a miembros del ala más radical del partido.
Mike Johnson, presidente republicano de la Cámara, celebró el resultado: “Hemos esperado mucho tiempo. Hoy es un día histórico”.
Pero la celebración no es unánime.
Recortes al estado de bienestar
El corazón de la ley es una extensión permanente de los recortes fiscales de 2017, así como nuevas exenciones temporales para propinas, horas extra e intereses de préstamos para automóviles. Aunque Trump argumenta que estos cambios benefician a “todos los estadounidenses”, los análisis muestran que los mayores beneficiarios son los contribuyentes de altos ingresos.
Para compensar la caída en ingresos fiscales —estimada en 3,3 billones de dólares hasta 2034 según la Oficina de Presupuesto del Congreso— los republicanos aprobaron recortes significativos a Medicaid y SNAP, dos pilares del sistema de asistencia social estadounidense.
El impacto podría ser devastador:
- Hasta 11,8 millones de personas podrían perder su cobertura médica, según la CBO.
- Cerca de 8 millones de beneficiarios del SNAP —uno de cada cinco— podrían quedar fuera del programa.
Además, la ley impone nuevos requisitos laborales para recibir estos beneficios y obliga a los estados a financiar parte de los costos del SNAP por primera vez en la historia. Hospitales rurales, que dependen de impuestos estatales sobre proveedores para financiar Medicaid, también verán recortados sus ingresos, aunque el Senado incluyó un fondo de 50.000 millones de dólares para amortiguar el golpe.
Avance en inmigración y retroceso climático
Otro de los pilares de la ley es el fortalecimiento del control migratorio. Se destinarán:
- 45.000 millones a centros de detención de ICE
- 14.000 millones a operaciones de deportación
- 50.000 millones para completar el muro fronterizo y otras fortificaciones
También se financia la contratación de 10.000 nuevos agentes migratorios antes de 2029.
En paralelo, la ley elimina progresivamente los incentivos fiscales creados por Joe Biden para energías limpias, incluyendo coches eléctricos, energía solar y eólica, debilitando los esfuerzos de EE. UU. frente a la crisis climática.
Críticas feroces y fisuras internas
El líder demócrata en la Cámara, Hakeem Jeffries, intentó frenar la aprobación con un discurso maratónico de 8 horas y 44 minutos, el más largo jamás pronunciado en ese recinto. “Este proyecto de ley le arranca la comida a los niños, los ancianos y las personas con discapacidad para financiar recortes de impuestos a multimillonarios”, denunció.
Incluso dentro del propio Partido Republicano hubo resistencias. El senador Thom Tillis, de Carolina del Norte, rechazó la ley y anunció su retiro tras amenazas de que Trump respaldaría a un rival en las primarias. “¿Qué les diré a 663.000 personas cuando pierdan Medicaid porque se acabó el dinero?”, preguntó desde el Senado.
Un país dividido
La aprobación de esta ley demuestra que Trump sigue teniendo el control político de su partido y sabe cómo lograr sus objetivos legislativos. Pero también deja un país aún más dividido, donde los grandes ganadores parecen ser las corporaciones y los contribuyentes más ricos, mientras millones de ciudadanos enfrentan un futuro más incierto.
Y como advierte el congresista Massie, uno de los pocos republicanos disidentes: “Esta ley incrementará significativamente el déficit, afectando a todos los estadounidenses con inflación persistente y tasas de interés altas”.
Para bien o para mal, el impacto de esta “gran, hermosa” ley se sentirá durante años.
Y no todos podrán celebrarlo.
Crédito fotográfico: Kayla Bartkowski/Getty Images