Donald Trump, tras asegurar una mayoría republicana en la Cámara de Representantes, ha generado controversia dentro de su propio partido con sus polémicas nominaciones para el gabinete. El presidente electo ha nombrado a Tulsi Gabbard, Matt Gaetz y Pete Hegseth para puestos clave en su próxima administración, lo que ha levantado cejas y provocado críticas, especialmente la designación de Gaetz como Fiscal General debido a acusaciones de conducta sexual inapropiada.
El jueves, Trump logró una trifecta al ganar una estrecha mayoría republicana en la Cámara de Representantes, además de asegurar la Casa Blanca y el Senado. Sin embargo, desde el principio, el presidente electo está poniendo a prueba los límites de su control sobre el Partido Republicano, ahora infundido con fervor MAGA, al elegir a jóvenes leales y controvertidos para puestos clave en su administración.
La elección de Tulsi Gabbard como directora de inteligencia del país alarmó a la comunidad estratégica de Estados Unidos, pero la designación del congresista republicano Matt Gaetz como Fiscal General ha dejado atónitos incluso a los legisladores del GOP, algunos de los cuales han acusado al maverick de Florida de conducta sexual inapropiada y comportamiento desviado. Al menos dos legisladores republicanos han acusado explícitamente a Gaetz, de 42 años, de relaciones sexuales con menores de edad, con la disputa sobre este tema anterior a las elecciones de 2024.
Momentos después de que Trump lo nombrara el miércoles como el futuro Fiscal General (deberá ser confirmado por el Senado de Estados Unidos), Gaetz renunció al escaño en el Congreso que acababa de ganar en Florida, ostensiblemente para anticiparse a un informe del Comité de Ética de la Cámara relacionado con las acusaciones de conducta sexual inapropiada y drogas ilícitas que estaba a punto de ser publicado. El informe no puede hacerse público si no es miembro de la Cámara (su renuncia fue aceptada con rapidez por el presidente republicano), pero la anticipación de una filtración mediática mantiene a los legisladores en vilo.
Gaetz, al igual que Tulsi Gabbard y Pete Hegseth, nominados por Trump para Director de Inteligencia Nacional y Secretario de Defensa respectivamente, tendrán que pasar por un juicio de fuego en las audiencias de confirmación del Senado después de que el presidente electo asuma el cargo el 20 de enero de 2025. Técnicamente, los nombramientos presidenciales para miembros del gabinete y altos cargos administrativos deben hacerse «con el consejo y consentimiento del Senado», pero los senadores, que durante mucho tiempo se han enorgullecido de ser independientes, pueden torpedear las nominaciones votándolas en contra. Las audiencias de confirmación también son precedidas por extensas verificaciones de antecedentes por parte de agencias de inteligencia y seguridad, y las nominaciones a menudo se retiran si hay informes adversos.
Los republicanos tendrán una mayoría de 53-47 en el Senado, y aunque la mayoría de los senadores son leales a Trump, hay disidentes independientes que pueden obstaculizar las nominaciones si las consideran no calificadas, riesgos para la seguridad nacional o un peligro para las fortunas del partido.