En un movimiento de campaña poco ortodoxo, el expresidente Donald Trump ha decidido realizar un mitin en California, un estado sólidamente demócrata. Este evento, que se llevará a cabo cerca del Valle de Coachella, es parte de una estrategia más amplia para reforzar el apoyo a los republicanos en el Congreso y aumentar el voto popular para Trump.
La visita de Trump a California, un bastión demócrata que casi con certeza votará abrumadoramente por la vicepresidenta Kamala Harris, es atípica en la recta final de una carrera presidencial tan reñida. Sin embargo, la campaña de Trump ha señalado que este mitin busca subrayar que, bajo la administración de Harris y sus aliados demócratas, el «Sueño Californiano» se ha convertido en una pesadilla para los estadounidenses comunes.
El evento en California también se ve como un esfuerzo para consolidar el apoyo republicano en seis carreras clave para la Cámara de Representantes en el estado. El control de ambas cámaras del Congreso de los Estados Unidos está en juego en esta temporada electoral, y ciertos distritos congresionales en California están divididos equitativamente entre republicanos y demócratas. Una victoria en estas seis carreras competitivas podría ayudar a los republicanos a mantener su control sobre la cámara baja.
Además, la visita de Trump a California le da la oportunidad de aprovechar una gran población de simpatizantes de Trump en el estado1. Tim Lineberger, quien fue director de comunicaciones de la campaña de Trump en 2016 en Michigan, mencionó que esta estrategia permite a Trump «aprovechar esta gran población de simpatizantes de Trump».