
THE LATIN VOX (1 de octubre del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender la polémica esta semana al sugerir que Canadá debería “unirse” a su país como el “51º estado”, en declaraciones realizadas durante un discurso ante altos mandos militares en Virginia.
Trump aseguró que había conversado recientemente con un funcionario canadiense no identificado sobre la posibilidad de que Ottawa se incorpore al programa estadounidense de defensa antimisiles Golden Dome. Según relató, su respuesta fue directa: “¿Por qué no se unen a nuestro país? Conviértanse en el estado 51 y lo obtienen gratis”.
El mandatario insistió en que, a su juicio, la unión de ambos países “tendría mucho sentido”, especialmente en un contexto en el que —según él— Canadá estaría “pasando un mal momento” tras los aranceles impuestos por Washington.
Carney responde con un “nunca” rotundo
El primer ministro canadiense, Mark Carney, no tardó en rechazar la insinuación. “Nunca, nunca, nunca, nunca, nunca”, respondió tajantemente al ser preguntado por periodistas. Ya en mayo, durante su primer encuentro con Trump, había ironizado que “como desarrollador inmobiliario debería saber que hay propiedades que nunca están en venta”.
Fuentes cercanas al gobierno canadiense recordaron además que Carney pidió personalmente al presidente estadounidense que dejara de lado las bromas sobre la “anexión” durante un almuerzo privado en la Casa Blanca.
Defensa continental en debate
Más allá de las declaraciones altisonantes, lo cierto es que Canadá y Estados Unidos mantienen conversaciones serias sobre la modernización de NORAD, la alianza binacional de defensa aérea vigente desde la Guerra Fría. Carney reconoció en la última cumbre del G7 que existe la posibilidad de “extender” ese sistema conjunto, siempre y cuando resulte “beneficioso para Canadá”.
Trump, por su parte, ha advertido que si Ottawa quiere integrarse a su nuevo escudo antimisiles, el costo podría rondar los 71.000 millones de dólares. Sin embargo, en su discurso de esta semana sugirió que una “absorción” política evitaría cualquier factura.
¿Retórica o propuesta real?
Las palabras de Trump llegan pocos días después de que Pete Hoekstra, embajador de EE.UU. en Canadá, asegurara que la “retórica del 51º estado” pertenece al pasado. “No está sobre la mesa. Estoy concentrado en obtener resultados reales”, afirmó el diplomático.
No obstante, el presidente estadounidense volvió a dejar la puerta abierta con un ambiguo “nunca digas nunca”, aunque admitió que “para bailar tango hacen falta dos”.
Por ahora, la respuesta canadiense es inequívoca: el país no está en venta. Pero el episodio confirma una vez más la facilidad de Trump para mezclar asuntos de seguridad estratégica con comentarios provocadores que alimentan titulares en ambos lados de la frontera.
Crédito fotográfico: 6ABC