
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva que instruye la retirada del país del Acuerdo Climático de París, reafirmando su postura de 2017 de no comprometerse con acuerdos internacionales que, según él, imponen cargas económicas a los contribuyentes estadounidenses.
Esta decisión se produce en un contexto de creciente preocupación por el cambio climático, evidenciado por desastres naturales como los incendios forestales en Los Ángeles y un año que se ha registrado como el más caluroso hasta la fecha.
La retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París ha sido criticada por científicos y ambientalistas, quienes advierten que esta acción podría obstaculizar los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por otro lado, algunos estados y ciudades de Estados Unidos han expresado su intención de mantener sus propios compromisos climáticos, a pesar de la retirada federal.
En resumen, la decisión de Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo Climático de París refleja una postura aislacionista en materia ambiental, que podría tener implicaciones significativas tanto a nivel nacional como internacional en la lucha contra el cambio climático.