
El 21 de enero de 2025, el ministro canadiense de Medio Ambiente y Cambio Climático, Steven Guilbeault, calificó de «deplorable» la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirar a su país del Acuerdo de París. Guilbeault expresó su preocupación por el impacto que esta acción podría tener en los esfuerzos globales para combatir el cambio climático y en la relación bilateral entre Canadá y Estados Unidos.
La retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París representa un retroceso significativo en los esfuerzos internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global. El acuerdo, adoptado en 2015, tiene como objetivo mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2 grados Celsius respecto a los niveles preindustriales, con el compromiso de los países firmantes de presentar planes nacionales de reducción de emisiones y revisar periódicamente sus objetivos.
La decisión de Trump de retirarse del acuerdo ha sido criticada por líderes mundiales, científicos y defensores del medio ambiente, quienes advierten que este movimiento podría socavar los esfuerzos globales para abordar el cambio climático y afectar la credibilidad de Estados Unidos en asuntos ambientales internacionales. Además, se teme que otros países puedan seguir el ejemplo de Estados Unidos, debilitando aún más la eficacia del acuerdo.
En respuesta a la retirada de Estados Unidos, Canadá ha reafirmado su compromiso con el Acuerdo de París y ha instado a otros países a mantener sus compromisos climáticos. El gobierno canadiense ha señalado que continuará trabajando en colaboración con sus socios internacionales para implementar políticas y medidas que aborden el cambio climático y promuevan la sostenibilidad ambiental.
La comunidad internacional observa con atención las acciones de Estados Unidos en relación con el cambio climático, ya que el país es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero a nivel mundial. La retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París podría tener implicaciones significativas para la cooperación internacional en materia ambiental y para la implementación de políticas climáticas efectivas en todo el mundo.