
THE LATIN VOX (25 de julio del 2025).- Por Daniela Medina.
En junio de 2025, tras una reunión bilateral en el G7 de Kananaskis (Alberta), el presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro canadiense Mark Carney acordaron lanzar una cuenta de 30 días para negociar un nuevo pacto comercial y de seguridad entre EE. UU. y Canadá .
Trump impuso plazos estrictos: de no lograrse un trato, amenazó con aranceles del 35 % sobre exportaciones canadienses a partir del 1 de agosto .
Contactos discretos y comunicación “positiva”
Según el Embajador de EE. UU. en Ottawa, Pete Hoekstra, durante junio se llevaron a cabo conversaciones discretas entre Carney y Trump, incluyendo reuniones con ministros clave como Dominic LeBlanc (Comercio canadiense), el secretario de Comercio Howard Lutnick y el representante comercial Jamieson Greer.
Hoekstra describió el diálogo como promesa de un “acuerdo muy positivo”, aunque aún no confirmado públicamente.
Sin acuerdo a la vista y amenaza persistente
Para el 25 de julio, Trump reconoció sin rodeos que probablemente no se alcance un acuerdo con Canadá antes del 1 de agosto, declarando que es más probable imponer aranceles que llegar a un tratado .
Esto ocurre en medio de un entorno global donde EE. UU. intensifica amenazas arancelarias a países como Brasil, México, la UE e India .
Resiliencia canadiense: Del boicot a la diversificación económica
En respuesta al conflicto, en Canadá ha surgido un movimiento de “Buy Canadian” (compra canadiense) y un boicot masivo de productos y viajes estadounidenses .
La presión ha impulsado reformas comerciales domésticas y estrategias para diversificar mercados hacia Europa, Asia y países del hemisferio sur. Analistas indican que esta tensión podría fortalecer la autonomía económica canadiense a largo plazo.
Perspectivas polarizadas: Crisis o oportunidad estratégica
Por un lado, figuras como Trump y Lutnick abogan por un enfoque de aranceles como herramienta de negociación, buscando reformas inmediatas . Por otro lado, líderes canadienses y algunos senadores estadounidenses demócratas promovieron la reconciliación y cooperación, enfatizando que sin Canadá no hay seguridad continental .
Trump incluso calificó a Canadá de “lugar especial”, dejando caer el rumor de anexión que Carney rechazó con firmeza: “algunos lugares no están a la venta” .
Un punto de inflexión incierto
En plena ofensiva arancelaria global, la relación Canada‑EE. UU. vive un momento crítico. Las negociaciones entran en su recta final, bajo presión de plazos y con riesgo real de sanciones unilaterales.
Si bien el diálogo ha sido abierto y estratégico, las señales apuntan a un escenario de ruptura antes que de alianza formal.
Por el momento, Canadá sigue firme en su defensa de soberanía, mientras EE. UU. afianza su postura proteccionista. El desenlace antes del 1 de agosto decidirá si se firma un nuevo capítulo bilateral o comienza una era de turbulencias comerciales de consecuencias globales.
Fuente: Adrian Morrow (U.S. Correspondent – The Globe and Mail)