En un ataque sin precedentes, Ucrania ha lanzado lo que se describe como uno de los mayores ataques con drones jamás realizados contra Moscú. En la madrugada del miércoles, una flota de drones ucranianos se dirigió hacia la capital rusa, causando alarma y pánico entre los residentes. Según informes preliminares, el ataque involucró más de 20 drones, algunos de los cuales lograron evadir las defensas aéreas rusas y alcanzar objetivos estratégicos en la ciudad.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó que varios drones fueron derribados antes de llegar a su destino, pero admitió que algunos lograron impactar en áreas clave, incluyendo instalaciones militares y de infraestructura crítica. Las autoridades rusas han declarado el estado de emergencia en varias partes de Moscú y han instado a los ciudadanos a permanecer en sus hogares mientras se evalúan los daños y se llevan a cabo las operaciones de limpieza.
Por su parte, el gobierno ucraniano ha emitido un comunicado en el que justifica el ataque como una respuesta a las continuas agresiones rusas en territorio ucraniano. “Este ataque es una demostración de nuestra capacidad y determinación para defender nuestra soberanía”, declaró un portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano. “No nos quedaremos de brazos cruzados mientras Rusia continúa su campaña de terror contra nuestro pueblo”.
El ataque ha generado una fuerte condena internacional, con varios líderes mundiales llamando a la calma y pidiendo una resolución pacífica del conflicto. La ONU ha convocado una reunión de emergencia para discutir la escalada de violencia y buscar vías para una desescalada.
Mientras tanto, en Moscú, la población se enfrenta a una nueva realidad de inseguridad y temor. Las imágenes de drones sobrevolando la ciudad y las explosiones resultantes han inundado las redes sociales, generando un clima de incertidumbre y preocupación. Las autoridades locales han reforzado las medidas de seguridad y han desplegado fuerzas adicionales para proteger la capital.
Este ataque marca un punto de inflexión en el conflicto entre Ucrania y Rusia, demostrando que la guerra ha llegado al corazón de la capital rusa. La comunidad internacional observa con preocupación, consciente de que cualquier escalada adicional podría tener consecuencias devastadoras para la región y el mundo entero.