
THE LATIN VOX (18 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La Comisión Europea ha intensificado su investigación sobre X, la plataforma de redes sociales propiedad de Elon Musk, solicitando que la empresa entregue documentos internos relacionados con sus algoritmos de recomendación.
Esta medida forma parte de la investigación más amplia sobre el cumplimiento de X con las normativas de moderación de contenido de la Unión Europea, específicamente la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés).
La UE sospecha que la plataforma ha manipulado sus sistemas para dar mayor visibilidad a los contenidos de extrema derecha y a políticos vinculados a este espectro, lo que ha levantado una ola de críticas, especialmente tras las intervenciones de Musk en la política europea.
La solicitud de documentos por parte de la Comisión se centra en el sistema de recomendaciones de X, que sugiere contenidos a los usuarios en función de sus interacciones y preferencias. La UE ha exigido que X entregue información detallada sobre cómo funciona este sistema y cualquier cambio reciente que se haya realizado, con una fecha límite para el 15 de febrero.
La investigación se inició en diciembre de 2023, bajo la legislación de la DSA, que busca regular la gestión de contenidos ilegales y la manipulación de la información en plataformas digitales.
X, anteriormente conocida como Twitter, ha sido acusada de amplificar mensajes de la extrema derecha, incluidos los de partidos políticos como la Alternativa para Alemania (AfD), lo que ha generado preocupación sobre el impacto de estas prácticas en la democracia y la integridad de los procesos electorales.
Recientemente, Musk ha estado en el centro de la controversia, no solo por su apoyo a figuras de extrema derecha en Europa, sino también por sus intervenciones directas en la política, como su conversación transmitida en vivo con Alice Weidel, líder de la AfD, lo que ha aumentado las sospechas sobre su influencia política.
Henna Virkkunen, comisionada de la UE para el ámbito digital, señaló en un comunicado que los esfuerzos por investigar el cumplimiento de los sistemas de recomendación de X con las normativas de la DSA se están intensificando.
Virkkunen destacó que la Comisión Europea no dudará en utilizar su poder para imponer sanciones a la plataforma si se descubre que ha incumplido las leyes de la UE. “Estamos comprometidos en garantizar que todas las plataformas que operan en la UE respeten nuestra legislación, que tiene como objetivo hacer que el entorno digital sea justo, seguro y democrático para todos los ciudadanos europeos”, afirmó.
Además de la solicitud de información sobre los algoritmos de recomendación, la Comisión Europea también ha emitido una «orden de retención» que obliga a X a conservar documentos internos sobre futuros cambios en el diseño y funcionamiento de sus algoritmos entre el 17 de enero y el 31 de diciembre, a menos que la investigación concluya antes de fin de año.
Esta medida refleja la creciente preocupación de la UE sobre el posible impacto de la manipulación algorítmica en la libertad de expresión y en los procesos democráticos.
La UE también ha solicitado acceso a algunas interfaces comerciales de X o API, utilizadas para extraer contenido automáticamente de terceros, lo que podría ayudar a esclarecer cómo los algoritmos de la plataforma priorizan ciertos tipos de contenido. Este acceso podría arrojar más luz sobre la posible manipulación de la narrativa pública, algo que ha sido una preocupación central en las investigaciones.
Por su parte, Elon Musk ha defendido su plataforma y sus acciones, calificando las críticas de la UE como un ataque a la democracia y la libertad de expresión. Musk, quien también tiene planes de influir en la política estadounidense como parte de la administración de Donald Trump, ha sido un defensor acérrimo de la libertad de palabra, aunque sus detractores acusan a X de permitir la propagación de desinformación y de dar preferencia a ciertos discursos políticos.
El caso de X representa una batalla más en la creciente tensión entre las plataformas tecnológicas, los gobiernos y los usuarios, que buscan equilibrar la libertad de expresión con la necesidad de garantizar la integridad y la transparencia en el espacio público digital.
La Comisión Europea ha dejado claro que está dispuesta a aplicar la ley para proteger a los ciudadanos de los riesgos que conlleva la manipulación de los contenidos, un desafío creciente en la era de las redes sociales y la información instantánea.
La investigación de la UE también refleja la creciente preocupación sobre el papel de las grandes tecnológicas en los procesos democráticos globales. Mientras las plataformas siguen ejerciendo una influencia enorme sobre la opinión pública y los comportamientos electorales, el desafío de garantizar su responsabilidad en un entorno digital cada vez más complejo será uno de los temas clave de la política global en los próximos años.
Crédito fotográfico: IMAGO/Political Moments