
En un esfuerzo por contener un brote de ébola en la capital de Uganda, Kampala, las autoridades sanitarias del país se preparan para desplegar una vacuna experimental contra la cepa Sudán del virus, según informó el domingo el director del Instituto de Investigación del Virus de Uganda, Pontiano Kaleebu.
El protocolo de investigación para el despliegue de más de 2,000 dosis de la vacuna experimental se está desarrollando con rapidez, según Kaleebu, quien destacó que el proceso de aprobación regulatoria está siendo agilizado para permitir su uso en el menor tiempo posible.
«El protocolo está siendo acelerado para obtener todas las aprobaciones regulatorias necesarias. Esta vacuna aún no está licenciada», explicó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que su apoyo a Uganda incluye el acceso a 2,160 dosis de esta vacuna en fase de prueba. Mientras se espera la aprobación oficial, equipos de investigación han sido desplegados en las zonas afectadas para colaborar con los equipos de vigilancia epidemiológica.
La vacuna y los tratamientos experimentales serán administrados bajo protocolos de ensayo clínico con el objetivo de evaluar su eficacia y seguridad. Sin embargo, aún no se ha revelado el nombre del fabricante de la vacuna.
El brote fue declarado oficialmente el jueves después de la muerte de una enfermera en el principal hospital de referencia de Kampala. Hasta el momento, las autoridades sanitarias siguen investigando el origen de la infección y no se han confirmado otros casos adicionales.
El Ministerio de Salud de Uganda ha identificado al menos 44 contactos cercanos del caso confirmado, entre ellos 30 trabajadores de la salud y pacientes que podrían haber estado expuestos al virus. El rastreo de contactos es una de las estrategias más efectivas para evitar la propagación del ébola, que se transmite a través del contacto con fluidos corporales de una persona infectada o con materiales contaminados.
Uno de los principales desafíos que enfrenta la respuesta al brote es la alta movilidad de la población de Kampala, una ciudad con aproximadamente 4 millones de habitantes. La víctima mortal del virus buscó atención médica en un hospital a las afueras de la capital y posteriormente viajó a Mbale, en el este del país, donde fue ingresado en un hospital público. También se ha reportado que buscó tratamiento con un sanador tradicional, lo que podría aumentar el riesgo de exposición a más personas.
Uganda ha experimentado múltiples brotes de ébola en el pasado, incluyendo uno en el año 2000 que causó la muerte de cientos de personas. En 2022, un brote en el centro del país provocó al menos 55 muertes, aunque el gobierno no logró iniciar un estudio de vacunación antes de que la epidemia fuera declarada controlada cuatro meses después.
El ébola sigue siendo una amenaza recurrente en la región de África Oriental. En los últimos meses, Tanzania y Ruanda también han enfrentado brotes de fiebre hemorrágica viral. Tanzania declaró recientemente un brote de la enfermedad de Marburgo en la región de Kagera, con al menos dos fallecidos. Ruanda, por su parte, anunció en diciembre que su brote de Marburgo había sido controlado.
Actualmente, no existen vacunas aprobadas contra la cepa Sudán del ébola, lo que hace que esta prueba de vacunación sea crucial para el desarrollo de nuevas estrategias de prevención y tratamiento.
Sin embargo, un ensayo previo con la vacuna rVSV-ZEBOV, utilizada contra la cepa Zaire del ébola durante un brote en la República Democrática del Congo entre 2018 y 2020, resultó altamente efectiva en la contención de la enfermedad en esa región. Esto brinda esperanzas de que una vacuna específica contra la cepa Sudán pueda tener un impacto similar en el control de la epidemia en Uganda.
Las autoridades ugandesas están en una carrera contra el tiempo para desplegar la vacuna experimental y frenar el brote antes de que se propague aún más. Mientras tanto, los esfuerzos de vigilancia, rastreo de contactos y educación pública seguirán siendo fundamentales para contener la crisis.
La comunidad científica y organismos de salud a nivel global seguirán de cerca la evolución de este brote y la respuesta de Uganda, ya que el éxito o fracaso de esta estrategia podría sentar un precedente en la lucha contra futuras epidemias de ébola en África y el mundo.