El panorama electoral de Estados Unidos en 2024 está marcado por eventos sin precedentes y dinámicas políticas impredecibles. A menos de un mes de las elecciones, tanto la campaña de Kamala Harris como la de Donald Trump están movilizando sus estrategias y recursos hacia los estados clave en la búsqueda de los 270 votos electorales necesarios para ganar la presidencia.
Gasto en publicidad y las apuestas estratégicas
Los datos revelan que Harris está apostando por los estados del “Muro Azul” —Pensilvania, Michigan y Wisconsin—, mientras que Trump está centrando su atención en el Cinturón del Sol, específicamente en Carolina del Norte y Georgia. El dinero invertido en anuncios refleja el enfoque de cada campaña, con ambos lados gastando millones en los estados más disputados. Harris necesita asegurar los tres estados del Muro Azul y el voto de Nebraska para tener una victoria segura, mientras que Trump podría regresar a la Casa Blanca si gana Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia.
Movilización del voto
El voto anticipado ya está en marcha, pero no se espera que iguale los niveles de 2020 debido al contexto pandémico de entonces. A pesar de las reticencias de Trump sobre el voto por correo, los republicanos han adoptado esta modalidad en algunos estados clave para no quedarse atrás. Además, la campaña de Trump ha implementado tácticas no tradicionales, financiadas en parte por Elon Musk, para movilizar a votantes irregulares y vigilar los colegios electorales, lo que representa una apuesta arriesgada, pero basada en datos que han recopilado durante años.
Apoyo a las campañas
Mientras que Harris cuenta con el respaldo visible de figuras como Barack Obama, quien planea participar activamente en los próximos días, Trump se apoya en Elon Musk, quien se presentará en un mitin en Pensilvania. La dinámica entre los aliados de Trump es más complicada, ya que figuras republicanas clave como George W. Bush y Dick Cheney no lo apoyan, con Cheney incluso declarando que votará por Harris.
Clima económico y contexto global
Aunque los votantes se muestran “menos pesimistas” sobre la economía, los precios siguen siendo altos en comparación con el mandato de Trump. Las encuestas muestran que Trump ha perdido parte de su ventaja sobre temas como la inflación y la inmigración, lo que sugiere que Harris está ganando terreno en estos aspectos.
En cuanto a la política exterior, el conflicto en Medio Oriente, especialmente la creciente tensión entre Israel y sus vecinos, está causando divisiones dentro del Partido Demócrata, lo que podría afectar a Harris, particularmente en estados con grandes poblaciones árabe-estadounidenses como Michigan.
Los desafíos del huracán Helene
Además, el impacto del huracán Helene en estados clave como Carolina del Norte y Georgia plantea dudas sobre la capacidad de los votantes de las zonas más afectadas para emitir su voto.
Implicaciones legales y el panorama post-electoral
Finalmente, el juicio de Trump por interferencia electoral en 2020, aunque no esté resuelto para el día de las elecciones, sigue siendo un tema que afecta la campaña. En caso de una victoria de Harris, es probable que Trump y sus aliados no acepten los resultados sin una lucha legal. La posibilidad de impugnar los votos y la certificación electoral podría desencadenar una serie de desafíos legales y políticos que se prolongarían hasta la certificación de los resultados por el Congreso en enero de 2025.
En resumen, las elecciones de 2024 en Estados Unidos están inmersas en un contexto político, económico y social sin precedentes, con estrategias de campaña complejas y desafíos externos que podrían influir en el resultado final.