
THE LATIN VOX (04 de Noviembre del 2025).- Por Daniela Medina.
El gobierno canadiense, bajo el liderazgo de Mark Carney, presentó hoy un presupuesto nacional que incorpora una de las mayores subidas del gasto militar desde la Segunda Guerra Mundial, como parte de una estrategia para modernizar las Canadian Armed Forces (CAF), reducir la dependencia de Estados Unidos y cumplir con los compromisos de la NATO. La apuesta financiera anunciada en distintas etapas este año toma forma concreta en el presupuesto y redefine el enfoque de seguridad, defensa e industria de Canadá.
Claves del aumento del gasto en defensa
- Carney confirmó que Canadá alcanzará el objetivo de destinar el 2 % del PIB al gasto militar durante el ejercicio fiscal actual, adelantando varios años la meta que se había planteado hacia 2030.
- El incremento anunciado suma aproximadamente 9.300 millones de dólares canadienses (alrededor de US $6.8–7.0 mil millones) en esta partida.
- Según fuentes previas, el presupuesto incluiría los rubros de defensa militar junto con inversiones en tecnologías, infraestructura ártica, vigilancia marítima y adquisiciones del sector industrial de defensa.
- Carney enfatizó que el objetivo no es únicamente cumplir con una cuota de la OTAN, sino “proteger a los canadienses, no satisfacer cálculos de contabilidad de la OTAN”.
¿Qué impulsa este cambio estratégico?
Diversos factores han convergido para justificar esta revisión profunda:
- La percepción de un entorno de seguridad más complejo: amenazas geopolíticas, deterioro de alianzas tradicionales, ciberataques y proliferación de tecnologías militares avanzadas han llevado a Ottawa a considerar que “ya no se puede depender únicamente de Estados Unidos” como garante.
- Críticas internacionales hacia Canadá por no alcanzar la meta de 2 % del PIB en defensa, situación que Carney decidió corregir de forma acelerada.
- Una economía que busca vincular su estrategia exterior con industria y tecnología doméstica: parte del gasto militar servirá también para fomentar cadenas de valor en minerales críticos, defensa nacional y fabricación de alta tecnología en suelo canadiense.
Sectores específicos que recibirán atención
El presupuesto desglosará inversiones en varios ámbitos clave:
- Equipamiento y adquisiciones: Submarinos, aeronaves, buques, sensores marítimos, vehículos blindados y equipamiento avanzado para operaciones árticas están entre los principales programas identificados.
- Capacidad operativa: Se prevén mejoras en la capacidad de despliegue, mantenimiento de la flota terrestre/marítima de las CAF y fortalecimiento de bases militares y de vigilancia en regiones como el Ártico.
- Industria de defensa nacional: Una estrategia enfocada a que más adquisiciones sean producidas localmente, minimizando la dependencia de proveedores externos, especialmente de EE. UU.
- Infraestructura de apoyo y logística: Incluye también la modernización de puertos, telecomunicaciones, instalaciones de entrenamiento y despliegue, así como capacidades de respuesta ante emergencias.
Implicaciones políticas y económicas
Para el gobierno federal:
- Carney asume un riesgo político al priorizar el gasto en defensa en un contexto donde muchas voces públicas exigen más gasto social, vivienda asequible y servicios.
- Sin embargo, la decisión puede fortalecer la imagen internacional de Canadá como aliado fiable, además de incentivar el sector industrial nacional.
Para las provincias y servicios sociales:
- El aumento del gasto militar plantea la necesidad de recursos adicionales, lo que podría generar tensiones en los presupuestos provinciales o en otras partidas federales, como salud y educación, si no se maneja cuidadosamente.
Para la industria de defensa:
- Las empresas canadienses de defensa recibirán un impulso, lo que puede traducirse en creación de empleos especializados, transferencia tecnológica y fortalecimiento del complejo industrial militar nacional.
- También abre posibilidades para exportaciones de tecnología canadiense en defensa e inteligencia, ampliando la proyección internacional de la industria terciaria.
Desafíos y puntos de atención
- La ejecución es clave: los programas anunciados como submarinos, sensores árticos o nuevos buques— suelen implicar plazos largos, sobrecostos y complejidad técnica.
- El equilibrio fiscal: aunque el presupuesto lo incorpora, una gran inversión militar exige monitorización para que no desplace otras prioridades sociales sin compensación.
- Comunicación pública: explicar a la ciudadanía por qué el aumento es necesario, cuáles son los beneficios tangibles y cómo se integrará sin afectar otros servicios será fundamental para obtener respaldo sostenible.
- Coordinación con aliados: Canadá busca diversificar su enfoque de defensa, pero debe hacerlo sin descuidar sus compromisos tradicionales con EE. UU. y la OTAN.
Escenarios futuros que podrían derivarse
- Implementación eficiente: Si los planes de defensa se despliegan con éxito, Canadá podría convertirse en un actor estratégico más autónomo, reforzando su capacidad industrial y operativa.
- Sobrecargas presupuestarias o demoras: Las grandes inversiones podrían enfrentarse a retrasos, lo que generaría críticas sobre el uso del dinero público y posibles desvíos de otros sectores.
- Ajustes por falta de recursos: Si el entorno económico se deteriora o surgen nuevas prioridades sociales, podría haber necesidad de modular el aumento militar o posponer algunos programas.
El presupuesto presentado por Mark Carney marca el inicio de una nueva era defensiva para Canadá, donde la inversión militar no es vista como extra, sino como parte central de su estrategia nacional de seguridad, industria y política exterior.
El país avanza hacia el cumplimiento anticipado del objetivo de la OTAN del 2 % del PIB en defensa, reafirmando que considerará seriamente las amenazas globales, la independencia estratégica y la construcción de capacidades nacionales.
En un mundo cada vez más volátil, Canadá apuesta por transformar su postura tradicional: de dependiente de aliados a actor más autónomo. Pero lograrlo requerirá no solo dinero, sino también gestión, claridad, capacidad industrial y consenso social. El reloj ha comenzado a funcionar y, para el país, no sobran las horas.
Fuente: www.cbc.ca
Fotos: www.cbc.ca