
THE LATIN VOX (19 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
Una reciente encuesta publicada por el medio canadiense CP24 ha arrojado un giro inesperado en la carrera interna por la dirección del Partido Liberal de Ontario: un candidato externo al círculo habitual del poder del partido descrito como “outsider” o “forastero” político aparece como favorito entre los afiliados del partido, marcando una señal clara de que muchos miembros buscan renovación, cambio de estilo y posiblemente una ruptura con la generación dirigente previa.
Según el sondeo, que incluyó a miles de miembros y simpatizantes del partido en Ontario, el aspirante “externo” lidera con un margen significativo frente a otros candidatos tradicionalmente más conocidos, generando sorpresa tanto en los observadores políticos como en el aparato partidario, que no lo había considerado hasta hace poco como favorito.
La encuesta se realiza en el marco de una renovación del liderazgo del partido, que previamente anunció la marcha de la líder actual, Bonnie Crombie, tras debilitarse su respaldo interno. Con ello, el liderazgo liberal se convierte en un espacio de recomposición política que podría tener efectos decisivos para las elecciones provinciales que se avecinan.
Contexto: ¿por qué este cambio importa?
1. Crisis y redefinición del partido liberal en Ontario
El Partido Liberal de Ontario ha venido enfrentando un escenario adverso: tras desempeños modestos en elecciones recientes y la incapacidad de desafiar con fuerza al partido gobernante de los conservadores, el partido ha quedado en una fase de introspección.
La renuncia anunciada de Bonnie Crombie que había asumido el liderazgo para tratar de revitalizar la fuerza liberal abre la puerta a un nuevo liderazgo que debe reconstruir la credibilidad, definir identidad, conectar con el electorado y competir nuevamente por el gobierno provincial.
2. Apertura a lo “nuevo”
La encuesta sugiere que los afiliados liberales están inclinándose hacia una figura no convencional dentro del aparato del partido. Este “outsider” político marca precisamente lo que muchos desean: alguien que no provenga de la maquinaria tradicional del partido, con menos historia de compromisos internos y posiblemente mayor capacidad de proyectar una “nueva etapa”.
Esa búsqueda de renovación coincide con tendencias globales: los partidos que estuvieron en retroceso suelen apostar por caras frescas, perfiles mediáticos o directos al público, más que por la continuidad institucional.
3. Implicaciones para la estrategia electoral
El nuevo líder del partido liberal será clave para definir no solo el rumbo ideológico del partido (centro liberal, progresista, orientado al clima, la vivienda, la salud) sino también sus alianzas, su trayectoria de opositor y su capacidad de plantear un reto al partido conservador gobernante.
El hecho de que un candidato externo lidere la encuesta interna implica que el partido reconoce que necesita un perfil diferente para reconectarse con los votantes, sobre todo en los suburbios, en las generaciones más jóvenes y en las zonas que sienten que el liberalismo tradicional no les ha ofrecido lo que esperaban.
Detalles de la encuesta y datos clave
- La encuesta de CP24 se llevó a cabo entre afiliados y simpatizantes del Partido Liberal de Ontario durante la última semana de octubre de 2025.
- El “outsider” adelantó por varios puntos porcentuales a otros candidatos conocidos; el sondeo incluye márgenes de error habituales y refleja una voluntad de voto preferencial.
- La intención de voto para dirigir el partido se mide en un contexto de alta competencia: entre los encuestados, más del 60 % dijo que consideran “urgente” un cambio de liderazgo.
- Aunque el nombre del “outsider” no es ampliamente mencionado en el comunicado público del medio, el perfil coincide con alguien que no ha ocupado altos cargos provinciales, lo que refuerza su etiqueta de forastero.
¿Quién es este “outsider” y por qué destaca?
Aunque no siempre se divulga el nombre completo en el análisis público, los principales rasgos que destacan de este candidato incluyen:
- Fondo profesional fuera de la política partidista tradicional, quizás del mundo empresarial, académico o comunitario, lo que le otorga una imagen de independencia.
- Menor exposición a compromisos partidarios o escándalos previos, lo que puede ser visto como ventaja ante un electorado desencantado.
- Capacidad de movilización digital o de base, lo que corresponde a los tiempos en que los partidos deben conectar con votantes jóvenes o no convencionales.
- Una narrativa de renovación, de “nuevo comienzo”, lo cual casa con el deseo interno del partido de sacudirse la imagen de repetición, de estancamiento o de “más de lo mismo”.
Este tipo de perfil plantea, sin embargo, preguntas importantes: ¿tiene la experiencia política necesaria para liderar un partido provincial? ¿Podrá unir las diversas corrientes internas del liberalismo de Ontario? ¿Y tendrá la capacidad de estructurar un equipo de campaña competitivo frente a los conservadores?
Retos inmediatos para el posible nuevo liderazgo
- Unificar el partido: El nuevo líder tendrá que integrar a facciones internas, contener resentimientos de quienes apoyaban otros candidatos tradicionales y garantizar que la base liberal avanza unida hacia 2026 o 2027.
- Definir identidad clara: El liberalismo en Ontario debe decidir si apuesta a ser un partido de centro moderado, de progreso social, de políticas climáticas más ambiciosas, o de reforzamiento económico.
- Recuperar electores: En especial, los jóvenes, los suburbios del “905” (zona alrededor de Toronto) y las comunidades rurales medianas, donde el liberalismo ha perdido terreno.
- Contrastar al partido gobernante conservador: El nuevo líder debe construir una narrativa creíble de cambio frente al Doug Ford y su partido, presentando alternativas concretas en salud, vivienda, transporte y economía.
- Capacidad de recaudación y campaña: Al margen del liderazgo, será vital articular una infraestructura de campaña moderna, captar recursos, atraer voluntarios y articular comunicación eficaz en medios tradicionales y digitales.
Escenarios de desarrollo de la elección del liderazgo
- Victoria del outsider: Si el candidato externo confirma su ventaja, se producirá una ruptura simbólica con el pasado del partido liberal de Ontario. Esto podría energizar al electorado, generar cobertura mediática favorable y atraer nuevos simpatizantes.
- Victoria de un candidato tradicional: Si finalmente gana un líder con trayectoria partidista, la encuesta actual podría interpretarse como un “aviso” interno: los miembros exigían cambio, pero el aparato partidario optó por estabilidad. Esto podría generar tensiones o una narrativa de continuidad que puede no conectar con el electorado.
- Proceso largo y disputado: El liderazgo podría abrirse a múltiples vueltas, alianzas internas, negociaciones entre facciones y desgaste de los candidatos. En ese contexto, la ventaja del outsider podría diluirse o consolidarse según la dinámica.
Significado más amplio para la política de Ontario y Canadá
La elección de líder del Partido Liberal de Ontario no es un mero asunto interno: tiene implicaciones para el equilibrio político de la provincia y para la dinámica federal-provincial en Canadá.
Un líder fresco, renovador, con capacidad de movilizar podría revitalizar el liberalismo provincial, retomar espacio electoral, y preparar al partido como opción para retomar el gobierno. Así mismo, la estrategia que adopte Ontario puede influir en cómo el liberalismo canadiense a nivel federal piensa su futuro, especialmente en un país donde los partidos provinciales y federales suelen convivir, compartir recursos y colaborar.
Además, el que un “outsider” encabece una encuesta de liderazgo refleja una tendencia más amplia en política: la desconfianza hacia las “viejas guardias”, el deseo de renovación, de rostros nuevos, de dinámicas más ágiles. Esa tendencia puede estar presente tanto en Ontario como en otros lugares de Canadá, e incluso globalmente.
La encuesta de CP24 que coloca a un candidato externo al liderazgo del Partido Liberal de Ontario en la delantera es una señal clara de que los afiliados al partido desean un cambio profundo.
El nuevo líder que se elija tendrá la tarea de reconstruir la esperanza liberal, definir una nueva narrativa, recuperar terreno electoral y demostrar que el partido está listo para gobernar nuevamente.
La pregunta es si el resto del partido estará dispuesto a acompañar ese cambio, y si el nuevo rostro podrá transformar el entusiasmo interno en votos en las urnas.
En el tablero político de Ontario, todo indica que el liberalismo se prepara para un replanteamiento esencial. Lo que se juegue en este liderazgo puede marcar no solo el futuro del partido, sino también el rumbo político de la provincia en los próximos años.
Fuente: www.cp24.com
Foto: Google fotos