Un grupo de médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud de Canadá ha publicado hoy en la Revista de la Asociación Médica Canadiense (CMAJ) una serie de recomendaciones para hacer que la atención sanitaria sea más equitativa para las personas desfavorecidas. El grupo sostiene que las personas que sufren marginación social deben ser prioritarias para acceder a un proveedor de atención primaria, ya sea un médico de familia o un enfermero practicante.
El autor principal y médico del Hospital St. Michael, el Dr. Nav Persaud, dice que tener un proveedor de atención primaria debería ser automático. Compara el derecho a tener un proveedor de atención primaria con el derecho de los niños a ir a la escuela. Persaud dice que muchas personas que son racializadas, se identifican como LGBTQ o tienen bajos ingresos se enfrentan a barreras para acceder a pruebas importantes que pueden salvar vidas y reducir las enfermedades.
El informe recomienda medidas proactivas de prevención y detección para ciertos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, depresión, VIH/SIDA y tuberculosis. Estas medidas incluyen el cribado del cáncer colorrectal para las personas mayores de 50 años, el cribado del cáncer cervical para las mujeres sexualmente activas, el cribado del cáncer de mama para las mujeres mayores de 40 años, el cribado del VIH para todas las personas sexualmente activas, el cribado de la diabetes para las personas con factores de riesgo y el cribado de la tuberculosis para las personas nacidas en países con alta prevalencia.
El grupo también aboga por eliminar las barreras financieras, lingüísticas y culturales que dificultan el acceso a la atención primaria y a las pruebas de detección. Por ejemplo, propone ofrecer servicios gratuitos o subvencionados de transporte, interpretación y cuidado infantil, así como adaptar los materiales educativos y los consentimientos informados a las necesidades y preferencias de cada paciente.
El objetivo del informe es mejorar la salud y reducir las desigualdades entre las diferentes poblaciones canadienses. Según el informe, las personas desfavorecidas tienen peores resultados de salud y una menor esperanza de vida que las personas privilegiadas. El informe cita estudios que demuestran que tener un proveedor de atención primaria se asocia con una mayor satisfacción del paciente, una mejor calidad de la atención, una menor mortalidad y una menor utilización de los servicios hospitalarios.
El grupo espera que sus recomendaciones sean tenidas en cuenta por los responsables políticos, los administradores sanitarios, los proveedores de atención primaria y los pacientes. El grupo también pide más investigación sobre las mejores prácticas para mejorar el acceso a la atención primaria y a las pruebas de detección para las personas desfavorecidas.