Un hombre de Coquitlam que sufre de epilepsia está luchando por acceder a un tratamiento quirúrgico para las convulsiones que solo está disponible en los Estados Unidos. Se trata de la estimulación del nervio trigémino, un procedimiento que consiste en implantar un dispositivo bajo la piel que envía impulsos eléctricos al nervio trigémino, que se conecta con el cerebro.
El hombre, llamado Michael Lonergan, tiene 38 años y lleva más de 20 años sufriendo convulsiones que le impiden llevar una vida normal. Ha probado varios medicamentos y tratamientos, pero ninguno le ha dado resultados satisfactorios. Su única esperanza es someterse a la estimulación del nervio trigémino, que según algunos estudios puede reducir la frecuencia y la intensidad de las convulsiones en un 50% o más.
Sin embargo, este tratamiento no está aprobado ni cubierto por el sistema de salud canadiense, por lo que Lonergan tendría que viajar a los Estados Unidos y pagar unos 150.000 dólares por el procedimiento y el dispositivo. Lonergan ha iniciado una campaña de recaudación de fondos en línea para poder costear el tratamiento, pero también quiere concienciar sobre la situación de las personas con epilepsia y la necesidad de ampliar las opciones terapéuticas disponibles en Canadá.
Lonergan dice que su vida es una “montaña rusa” y que vive con miedo de sufrir una convulsión en cualquier momento. Asegura que la estimulación del nervio trigémino podría cambiar su vida y la de muchas otras personas que padecen esta condición neurológica. Por eso, pide el apoyo de la comunidad y de las autoridades sanitarias para acceder a este tratamiento innovador y potencialmente efectivo.