Un informe del comisionado de medio ambiente y desarrollo sostenible de Canadá ha encontrado que los cargadores de vehículos eléctricos (VE) en el país están distribuidos de forma desigual, lo que dificulta la transición hacia una movilidad más limpia y reduce las opciones de los conductores. El informe, publicado el martes, analiza el estado de la infraestructura de carga de VE en Canadá y las medidas del gobierno federal para apoyar su desarrollo.
Según el informe, Canadá cuenta con más de 6.000 cargadores públicos de VE, de los cuales el 85% son de nivel 2 (que pueden cargar un VE en unas pocas horas) y el 15% son de nivel 3 (que pueden cargar un VE en unos minutos). Sin embargo, el informe señala que hay grandes diferencias entre las provincias y los territorios en cuanto al número y la ubicación de los cargadores. Por ejemplo, Ontario tiene el 38% de los cargadores públicos, mientras que Nunavut no tiene ninguno. Además, el informe indica que hay zonas con escasa o nula cobertura de cargadores, especialmente en las áreas rurales y remotas.
El informe también evalúa el papel del gobierno federal en el fomento de la infraestructura de carga de VE, que se enmarca en el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. El gobierno se ha comprometido a invertir 280 millones de dólares en los próximos cinco años para instalar 5.000 cargadores públicos adicionales, así como a ofrecer incentivos fiscales y rebajas para la compra de VE. Sin embargo, el informe cuestiona la eficacia y la transparencia de estas medidas, y recomienda que el gobierno establezca una estrategia nacional de infraestructura de carga de VE, que coordine mejor con las provincias y los territorios, que mejore el acceso a la información sobre los cargadores y que evalúe el impacto de sus acciones.
El informe concluye que la infraestructura de carga de VE en Canadá es insuficiente e inconsistente, y que el gobierno federal debe hacer más para facilitar la adopción de los VE y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del sector del transporte. El informe señala que los VE representan una oportunidad para mejorar la seguridad energética, la competitividad económica y la salud pública del país.