
THE LATIN VOX (22 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
Una investigación conjunta con el diario inglés The Guardian, la revista israelí-palestina +972 Magazine y el medio hebreo Local Call reveló que, de acuerdo con datos internos de la propia inteligencia militar israelí, más de ocho de cada diez palestinos muertos en Gaza durante la guerra son civiles.
La base de datos clasificada de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) registraba, hasta mayo de este año, 8.900 combatientes identificados como muertos o “probablemente muertos” pertenecientes a Hamás y a la Yihad Islámica Palestina.
En esa misma fecha, las autoridades sanitarias de Gaza cifraban en 53.000 el número total de palestinos fallecidos. La proporción es clara: solo el 17% serían combatientes, frente a un abrumador 83% de civiles.
Una tasa de muertes civiles sin precedentes recientes
Expertos en conflictos armados advierten que este índice es “extraordinariamente alto” para una guerra contemporánea y que apenas encuentra comparación con episodios como el genocidio de Ruanda, la masacre de Srebrenica o el asedio ruso a Mariúpol en 2022.
“Enfrentamos un nivel de matanza de civiles pocas veces visto en las últimas décadas”, señaló Therése Pettersson, del Programa de Datos de Conflictos de Uppsala, que monitorea víctimas civiles en conflictos armados a nivel global.
Discrepancias y manipulaciones en las cifras
Aunque el ejército israelí no negó la existencia de la base de datos, se limitó a decir que las cifras publicadas eran “incorrectas”, sin ofrecer precisiones. Sin embargo, exoficiales y soldados en activo han reconocido que los números divulgados por políticos y mandos militares suelen inflar las bajas de Hamás, llegando incluso a registrar como combatientes a personas sin vínculos con el grupo.
“Muchos de los muertos son civiles. Lo sabemos todos en el terreno”, declaró el general retirado Itzhak Brik, exasesor del primer ministro Benjamín Netanyahu y hoy uno de sus críticos más duros. Otro miembro de la inteligencia israelí aseguró que se ha llegado a “ascender a la categoría de terrorista” a víctimas palestinas tras su muerte, sin pruebas.
Un patrón de guerra contra la población
La investigación también señala que las reglas de enfrentamiento en Gaza permiten ataques letales contra civiles aun cuando el objetivo principal sean militantes de bajo rango. Testimonios de soldados israelíes en Rafah confirman que se disparó contra personas que cruzaban “líneas imaginarias”, incluidos niños y mujeres, con la orden de matar, no de advertir.
Analistas como Mary Kaldor, profesora emérita de la London School of Economics, advierten que esta estrategia no se asemeja a un enfrentamiento militar convencional, sino a “una campaña de asesinatos dirigidos en zonas densamente pobladas, donde la vida civil no cuenta como un factor de protección”.
Señalamientos de genocidio
Diversos académicos, juristas y organizaciones de derechos humanos, incluso dentro de Israel, sostienen que la combinación de bombardeos masivos, hambruna inducida y desplazamiento forzado constituye un patrón de genocidio. El propio exjefe de inteligencia militar, Aharon Haliva, fue grabado afirmando que “50 palestinos deben morir por cada israelí asesinado el 7 de octubre”, sin importar si eran niños.
El costo humano de la guerra
Con gran parte de Gaza reducida a escombros, miles de cuerpos aún bajo los derrumbes y una población famélica confinada en apenas una quinta parte del territorio, la cifra real de víctimas podría ser aún mayor que la registrada por el Ministerio de Salud de Gaza.
Pese a que Israel defiende la ofensiva como un acto de “autodefensa” tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, que dejaron 1.200 muertos, la magnitud de la destrucción y el altísimo porcentaje de civiles entre las víctimas cuestionan profundamente la narrativa oficial.
“La guerra en Gaza está mostrando un modelo en el que la población entera es tratada como objetivo militar”, resume Neta Crawford, profesora de la Universidad de Oxford y cofundadora del proyecto Costs of War. “Es un abandono preocupante de décadas de esfuerzos por proteger a los civiles en los conflictos armados”.
Crédito fotográfico: Al Jazeera