
THE LATIN VOX (24 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Un nuevo revés legal enfrenta el presidente Donald Trump en su controvertida propuesta de eliminar la ciudadanía automática para quienes nacen en territorio estadounidense.
Un tribunal federal de apelaciones en San Francisco ha declarado inconstitucional el decreto ejecutivo de Trump que buscaba acabar con la “birthright citizenship” o ciudadanía por nacimiento.
El fallo, emitido por un panel de tres jueces del noveno circuito, coincide con una decisión previa de un juez federal en New Hampshire, que a principios de este mes bloqueó la orden presidencial a nivel nacional. En sus conclusiones, la corte reafirmó que negar la ciudadanía a muchas personas nacidas en Estados Unidos viola la Constitución.
“El tribunal de distrito concluyó correctamente que la interpretación propuesta en la orden ejecutiva, que niega la ciudadanía a numerosas personas nacidas en territorio estadounidense, es inconstitucional. Estamos en total acuerdo,” señaló la sentencia.
Un proceso judicial que se alarga
La batalla legal se extiende ahora a la Suprema Corte de Estados Unidos, tras varias semanas de disputas en distintos tribunales del país. Trump firmó esta orden apenas horas después de asumir la presidencia, el 20 de enero, lo que desató una ola inmediata de demandas.
Desde entonces, múltiples jueces han emitido medidas cautelares que bloquean la aplicación de la orden. Sin embargo, la administración Trump llevó el caso a la Suprema Corte, que emitió un fallo centrado en la autoridad de los tribunales inferiores para emitir dichas medidas, sin abordar la constitucionalidad del fondo de la cuestión: la prohibición en sí misma de la ciudadanía por nacimiento.
No obstante, quedó abierta la puerta a litigios colectivos contra la orden. En ese sentido, el juez Joseph LaPlante, en New Hampshire, reconoció a los bebés nacidos en Estados Unidos como un grupo afectado directamente, señalando que privarlos de la ciudadanía causaría un daño irreparable.
Ciudadanía por nacimiento: Una garantía constitucional histórica
El derecho a la ciudadanía por nacimiento está consagrado en la Enmienda 14 de la Constitución de 1868, una reforma crucial que revocó la infame decisión Dred Scott de 1857, que negaba la ciudadanía a personas de ascendencia africana.
Este derecho fue reforzado en 1898 con el caso Wong Kim Ark, en el que se confirmó la ciudadanía estadounidense para un hombre nacido en el país pese a la Ley de Exclusión China.
Aunque históricamente algunos grupos, como los pueblos indígenas, fueron excluidos inicialmente, leyes como la Indian Citizenship Act de 1924 corrigieron esas excepciones y ampliaron el derecho a la ciudadanía automática.
Una lucha que vuelve al centro del debate político
La idea de eliminar la ciudadanía por nacimiento ha sido un tema marginal dentro de ciertos sectores conservadores durante décadas, reapareciendo en el Congreso desde 1991 con propuestas legislativas periódicas. El decreto ejecutivo de Trump representa la primera vez que este tema llega tan lejos en la agenda nacional, con una fuerza sin precedentes.
Al cierre de esta nota, la administración Trump aún no había emitido comentarios sobre la reciente decisión del tribunal de apelaciones.
Esta resolución reafirma la importancia del derecho constitucional que garantiza la ciudadanía automática para quienes nacen en Estados Unidos, una piedra angular de la identidad nacional y un escudo contra políticas excluyentes.
Mientras tanto, el debate y la batalla legal continúan, con miras a una posible revisión final en la Suprema Corte.
Crédito fotográfico: Fox News