THE LATIN VOX (20 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
En un giro histórico para la política japonesa, el gobernante Partido Liberal Demócrata (LDP) ha alcanzado un acuerdo para formar coalición con el partido opositor de derecha Japan Innovation Party (Ishin), abriendo el camino para que la diputada Sanae Takaichi sea elegida en los próximos días como la primera mujer en ocupar el puesto de primer ministro en Japón.
Este pacto marca la culminación de semanas de turbulencia política: tras la salida del tradicional socio de coalición del LDP, el Partido Komeito, que puso fin a 26 años de alianza, la LDP se vio forzada a buscar un nuevo apoyo parlamentario para mantenerse en el poder.
Antecedentes y contexto político
Takaichi, que fue elegida presidenta del LDP el 4 de octubre de 2025, sucedió a Shigeru Ishiba tras una elección interna en la que derrotó a Shinjirō Koizumi. Sin embargo, su camino hacia la jefatura del gobierno se complicó cuando Komeito se retiró de la coalición, dejando al LDP sin mayoría parlamentaria y obligándole a buscar nuevos apoyos.
En ese escenario, Ishin entró en escena. Su líder, Hirofumi Yoshimura, anunció que su partido respaldaría a Takaichi, lo que permitió asegurar los votos necesariospara que la votación de investidura pudiera favorecerla.
¿Por qué este acuerdo es tan significativo?
1. Un hito de género
Aunque Japón ha tenido mujeres al frente de ministerios e instituciones, nunca antes una mujer había logrado llegar al cargo de primer ministro. La llegada de Takaichi rompería ese techo histórico. Pero, tal como advierten analistas, el simbolismo no necesariamente implica un cambio inmediato en las condiciones de género: Takaichi es conocida por posturas conservadoras en temas como la sucesión imperial masculina o el reconocimiento de familias diversas.
2. Cambio de socios y equilibrio de poder
La salida de Komeito del bloque gobernante tras décadas de alianza generó un cambio estructural. El nuevo pacto con Ishin representa una tendencia hacia una configuración más fragmentada y derecha del espectro político.
3. Desafíos domésticos y externos
Takaichi se enfrenta a problemas apremiantes: inflación y subida de precios, declive demográfico, relaciones tensas con China y Corea del Sur (en parte por su historial de visitas al santuario de Yasukuni), y la necesidad de formar una coalición estable para legislar.
Las prioridades que marcarían su mandato
- Reforma constitucional y seguridad nacional: Takaichi es partidaria de revisar el artículo 9 de la Constitución japonesa para permitir un mayor papel de las Fuerzas de Autodefensa en el ámbito internacional.
- Gasto público e impulso económico: Aunque Ishin es más recortador, parte del acuerdo indica que Takaichi impulsará medidas de estímulo, recortes fiscales y gasto público para reactivar la economía. Los mercados reaccionaron positivamente: la Bolsa de Tokio registró una subida significativa tras la noticia del pacto.
- Inmigración y valores tradicionales: La futura primera ministra se inclina por una política migratoria más estricta, y por un retorno a lo que considera valores “tradicionales japoneses”, lo que genera resistencia entre grupos de diversidad y equidad de género.
Los riesgos de la coalición y los escollos que enfrenta
- La alianza LDP-Ishin no tiene mayoría absoluta en la cámara baja (231 escaños frente a los ~233 requeridos), lo que implica que su gobierno será minoritario y necesitará apoyo externo para aprobar legislación clave.
- Expertos advierten que la coalición es frágil: Ishin entró a apoyar pero no inicialmente al gabinete, lo que deja espacio para divergencias políticas.
- Dado su perfil ultraconservador, ciertos sectores critican que el ascenso de Takaichi podría dar un paso atrás en términos de derechos de las mujeres y diversidad.
- La presión internacional se acentúa: Corea del Sur y China seguirán muy atentos a su política relacionada con historia, reparaciones y defensa. Un error diplomático podría generar fricciones.
Implicaciones para Japón y el resto del mundo
- Para Japón, la llegada de una mujer al primer puesto ejecutivo es, sin duda, un cambio simbólico que podría reactivar la imagen del país como moderna democracia avanzada. Pero será su gestión práctica la que determine si ese cambio es profundo.
- En Asia-Pacífico, este nuevo gobierno puede modificar dinámicas: ante la escalada de tensiones en la región, Japón bajo Takaichi podría asumir un perfil más firme frente a China, lo que tendrá consecuencias estratégicas para EE. UU. y la comunidad internacional.
- A nivel global, la designación de la primera mujer al mando del gobierno japonés tiene impacto en discursos de género y liderazgo, pero también plantea el interrogante de qué tan transformadora será su administración en igualdad, diversidad y participación ciudadana.
El pacto entre el LDP y el Ishin abre formalmente el camino para que Sanae Takaichi se convierta en la primera mujer primer ministro de Japón. Sin embargo, el momento que sucede este hito es también el de una coalición débil, un panorama político fragmentado y múltiples desafíos internos y externos por delante.
En muchos sentidos, Takaichi lo tiene todo para hacer historia una mujer al frente de uno de los gobiernos más estables del mundo occidental, en un país que nunca antes lo había permitido. Pero la pregunta más relevante quizá sea: ¿podrá traducir esa oportunidad en gobernabilidad, reformas y gobernanza eficaz, o quedará como un símbolo que no cambia lo esencial?
Fuente: /www.aljazeera.com
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