Unión Europea: Líderes de la UE buscan fortalecer relaciones con el Reino Unido

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THE LATIN VOX (19 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Cinco años después del divorcio del Brexit, la Unión Europea comienza a replantearse su relación con el Reino Unido. Este jueves, en una cumbre en Bruselas, los 27 líderes de la UE debatirán sobre el futuro de los vínculos con su antiguo miembro, en un momento clave tras la elección de Keir Starmer, el líder del Partido Laborista británico, quien ha manifestado su intención de resetear las relaciones y poner fin a la amargura de los años del Brexit.

El encuentro se desarrollará en el marco de una discusión más amplia sobre la política exterior de la UE, que incluirá temas como el Medio Oriente, China, Ucrania y el regreso de Donald Trump. Aunque las conversaciones sobre la relación UE-Reino Unido serán breves, el presidente del Consejo Europeo,

António Costa, ha asegurado que se abordará la cuestión de desarrollar relaciones estratégicas mutuamente beneficiosas con el Reino Unido, especialmente en los campos de seguridad y defensa, pero siempre respetando los principios fundamentales sobre los cuales se construye la relación post-Brexit. Esto, en otras palabras, significa que no se reescribirán las «líneas rojas» que marcaron el divorcio.

Una semana antes de la cumbre, Starmer había sido invitado por Costa a una reunión en Downing Street, donde aceptó participar en un retiro de los líderes de la UE en febrero para discutir temas de defensa y seguridad. Un alto funcionario de la UE ha señalado que existe un «gran potencial» para un acuerdo de defensa entre la UE y el Reino Unido, y que este encuentro será clave para evaluar si ambas partes pueden avanzar en ese sentido. En marzo o abril, se celebrará la primera cumbre UE-Reino Unido, un paso simbólico que podría ser el inicio de más conversaciones.

Sin embargo, a pesar del tono positivo, hay nubarrones en el horizonte. Esta misma semana, la Comisión Europea anunció que llevará al Reino Unido ante el Tribunal de Justicia de la UE por dos casos distintos. Primero, se acusa al Reino Unido de no proteger adecuadamente los derechos de los ciudadanos de la UE que residen en el país, una supuesta violación de la legislación europea sobre la libre circulación de personas.

En segundo lugar, la Comisión ha acusado al Reino Unido de no cancelar tratados bilaterales de inversión con seis países miembros de la UE, tratados que se consideran ilegales debido a que entran en conflicto con las reglas de inversión extranjera de la UE.

Además de estos problemas heredados del pasado, la UE está decidida a negociar duramente sobre el futuro. Según un documento interno filtrado de la UE, el «reset» de relaciones solo será creíble si se mantiene el statu quo sobre los derechos pesqueros de la UE en aguas británicas, más allá de junio de 2026, cuando expiren los acuerdos actuales. En este sentido, se señala que es necesario llegar a un «entendimiento temprano» sobre la pesca para facilitar las discusiones sobre otros aspectos.

En cuanto a la relación comercial, las posibilidades de mejoras económicas tangibles son limitadas debido a las líneas rojas establecidas por ambas partes.

Durante su campaña electoral, el primer ministro británico descartó la idea de que el Reino Unido se reincorpore a la UE o a su mercado único y unión aduanera. Starmer y sus ministros han repetido este compromiso, aunque no ha impedido los titulares que sugieren que el gobierno podría estar planeando «atar permanentemente al Reino Unido a un superestado de la UE».

No obstante, la realidad de las ambiciones británicas es mucho más modesta. Los objetivos incluyen un acuerdo veterinario, un acceso más fácil para los artistas que realicen giras por la UE y el reconocimiento mutuo de las cualificaciones profesionales. Sin embargo, los expertos afirman que estos objetivos son simplemente «ajustes marginales» que probablemente no tendrán un impacto significativo en el crecimiento económico.

Incluso estas modestísimas ambiciones serán difíciles de alcanzar. Facilitar que los músicos toquen en Ámsterdam o Berlín puede parecer sencillo, pero los permisos de trabajo y las declaraciones aduaneras para los instrumentos rápidamente se topan con las sensibilidades de la UE sobre su área económica.

Por tanto, aunque las negociaciones sobre la relación futura entre la UE y el Reino Unido avanzan, los obstáculos siguen siendo considerables. El camino hacia una relación más fluida parece aún largo y lleno de desafíos, y los líderes europeos deberán navegar con cautela para evitar nuevas fracturas en la relación con su exmiembro. Las expectativas, aunque moderadas, deben ser ajustadas ante la complejidad de los acuerdos y la resistencia de ambos lados para aceptar compromisos más allá de lo estrictamente necesario.

Crédito fotográfico: Institute for Government


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