En una decisión sorpresiva, Valérie Plante, la primera mujer en liderar Montreal, anunció que no se postulará para un tercer mandato en las elecciones municipales de noviembre de 2025. Plante, de 50 años, explicó que no sentía la misma energía necesaria para comprometerse otros cuatro años, aunque aseguró que su decisión no está relacionada con problemas de salud. Destacó que continuará trabajando con intensidad hasta el final de su mandato, garantizando avances en proyectos clave de la ciudad.
Plante, quien se convirtió en alcaldesa en 2017 tras derrotar a Denis Coderre, consolidó su reputación como una defensora del urbanismo verde. Su gestión priorizó la peatonalización de calles, la creación de zonas verdes y el fomento de medios de transporte más seguros y sostenibles. Bajo su liderazgo, Montreal ha implementado importantes transformaciones, especialmente en la movilidad urbana, con la ampliación de carriles para bicicletas y la restricción de vehículos en ciertas áreas. Estas medidas fueron elogiadas por muchos, pero también generaron críticas por parte de algunos sectores que se quejaban del impacto en la infraestructura vial.
Plante, nacida en Rouyn-Noranda, ha vivido en Montreal desde los 19 años y considera a la ciudad como su hogar. Antes de dedicarse a la política, estudió antropología y museología, campos que influyeron en su visión de una ciudad más accesible y habitable. Según la alcaldesa, la decisión de no buscar la reelección le permitirá a su partido, Projet Montréal, prepararse para una transición adecuada y para continuar con su legado.
Su salida de la carrera electoral deja un vacío en la política municipal, y se espera que los próximos meses vean el surgimiento de nuevos líderes dentro de su partido, así como candidatos de la oposición. El líder de la oposición, Aref Salem, ya ha expresado su gratitud por los logros de Plante, aunque subrayó las diferencias en la gestión de temas como la seguridad pública y los servicios ciudadanos.
Este anuncio marca el final de una era para Montreal, pero Plante prometió no ralentizar su trabajo durante su último año en el cargo. Montrealers ahora miran hacia el futuro, mientras se preparan para unas elecciones que definirán el próximo capítulo de la ciudad.