THE LATIN VOX (26 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
El gobierno venezolano, a través de un comunicado de su vicepresidenta Delcy Rodríguez, ha denunciado que se está llevando a cabo una “provocación militar” coordinada entre la CIA de los Estados Unidos y el país vecino Trinidad y Tobago. Según Caracas, el plan incluye el uso de mercenarios y un falso ataque de bandera (false‐flag) con el objetivo de desencadenar un enfrentamiento militar en aguas del Caribe.
Con esta acusación, Venezuela eleva de forma directa la confrontación diplomática y militar con EE. UU., al tiempo que se posiciona también frente a Trinidad y Tobago como posible blanco o colaborador de acciones encubiertas. La situación abre un nuevo capítulo en la crisis regional que afecta al Caribe sur, a la política hemisférica y al control marítimo.
¿Qué acusa Venezuela exactamente?
El comunicado oficial detalla varios puntos clave:
- El gobierno señala que las maniobras militares conjuntas entre EE. UU. y Trinidad y Tobago incluyendo ejercicios navales cubren la zona costera compartida con Venezuela, lo que Caracas considera un riesgo directo a su soberanía.
- Según Venezuela, se han detenido mercenarios vinculados a la CIA que habrían admitido su misión: ejecutar un ataque encubierto para dar apariencia de agresión venezolana, con lo cual se justificaría un “conflicto a gran escala”.
- El gobierno venezolano advierte que “una operación de bandera falsa está en curso en aguas fronterizas con Trinidad o desde territorio trinitario o venezolano” y que su objetivo es precipitar la confrontación militar.
- Ni el Departamento de Estado de EE. UU. ni la CIA han emitido comentarios públicos inmediatos sobre las acusaciones.
Contexto geopolítico: ¿por qué ahora?
Escenario regional y militar
- En los últimos meses, EE. UU. ha incrementado su presencia naval en el Caribe, incluyendo grupos de portaaviones y operaciones contra presuntos narcotraficantes vinculados a Venezuela. Caracas interpreta estas acciones como parte de un marco estratégico más amplio de presión.
- Trinidad y Tobago participa en ejercicios conjuntos con EE. UU., lo que la pone en el foco del reclamo venezolano. Para Venezuela, estas maniobras no son benignas y forman parte de lo que denomina un “plan de agresión”.
- Dentro del contexto venezolano, el presidente Nicolás Maduro y su gabinete han reiterado una y otra vez que su país está bajo amenaza de intervencionismos externos, lo que refuerza la narrativa estatal de “defensa de la patria”.
Factores internos
- Esta denuncia también coincide con una coyuntura política difícil en Venezuela: presión económica, aislamiento internacional y conflictos internos. Presentar una “amenaza externa” refuerza la cohesión interna del gobierno.
- Para Trinidad y Tobago, la cooperación con EE. UU. en materia de seguridad y narcotráfico resulta clave, pero la acusación venezolana pone en riesgo su imagen diplomática y su rol en la región.
Posibles implicaciones inmediatas
- Diplomáticas: Es probable que Venezuela convoque una sesión especial en la ONU o en la OEA para denunciar las acciones de EE. UU. y Trinidad y Tobago. También es posible que emita protestas formales a los gobiernos implicados.
- Militares: En teoría, Venezuela podría incrementar su estado de alerta, desplegar buques y aviones en las zonas marítimas limítrofes, y movilizar sus fuerzas armadas internas. Para Trinidad y Tobago, esto representa un riesgo de escalada o de quedar envuelta en un conflicto mayor.
- Económicas: Cualquier tensión prolongada puede afectar el comercio marítimo, la operación petrolera venezolana en el Caribe, y también la estabilidad de los flujos hacia Trinidad y Tobago, que recibe una cantidad significativa de migrantes y relaciones económicas con Venezuela.
- Regional: La acusación une elementos de soberanía territorial, narcotráfico, presencia militar de EE. UU. y alianza entre pequeños estados caribeños; podría provocar una mayor polarización en la Comunidad del Caribe (CARICOM).
Escenarios plausibles hacia adelante
- Desescalada y negociación: Las partes optan por la contención diplomática: Venezuela acepta pruebas, EE. UU. y Trinidad y Tobago ceden en parte, se realizan inspecciones y se reduce la tensión.
- Escalada contenida: Se producen enfrentamientos verbales más intensos, sanciones limitadas o maniobras militares próximas a la zona fronteriza, pero sin choque armado abierto.
- Conflicto abierto o crisis marítima: Si se confirma la existencia de un ataque de bandera falsa o una provocación concluyente, podría generarse un enfrentamiento naval limitado, suspensiones de relaciones, cierre de espacios marítimos y un efecto dominó en la región.
¿Qué buscar en los próximos días?
- Declaraciones oficiales de EE. UU., Trinidad y Tobago: cómo responderán las partes acusadas y si aportan evidencias que contradigan o confirmen la versión venezolana.
- Movimientos militares visibles en la zona: desplazamientos de buques, aviones, ejercicios conjuntos o misiones de vigilancia costera entre Venezuela y Trinidad.
- Carpeta diplomática internacional: si Venezuela apela a organismos multilaterales para denunciar la “provocación” y si obtendrá el respaldo de otros países latinoamericanos o caribeños.
- Repercusiones energéticas y comerciales: especial atención al transporte marítimo entre Trinidad y Venezuela, acuerdos de crudo, gas y migración.
La acusación de Venezuela de que EE. UU. y Trinidad y Tobago han coordinado una “provocación militar” con apoyo de la CIA marca un giro serio en las tensiones del Caribe sur. No se trata solamente de un enfrentamiento diplomático, sino de una combinación de soberanía marítima, intervención encubierta, maniobras militares y narrativas de guerra.
En un momento donde la presencia estadounidense en la región crece y los estados caribeños se ven cada vez más inmersos en dinámicas estratégicas mayores, este caso ilustra cómo un pequeño archipiélago y un país latinoamericano pueden acabar atrapados en la lógica de grandes potencias.
El desarrollo de los acontecimientos en las próximas horas será clave para determinar si se trata de una escalada controlada o del inicio de una crisis más amplia en el hemisferio.
Fuente: www.reuters.com
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