En Kenia, manifestantes han perdido la vida y el parlamento se encuentra en llamas después de que miles de personas irrumpieran en el recinto. Este dramático evento ha generado caos y preocupación dentro y fuera del país, mientras las autoridades intentan contener la situación.
Según informes, las protestas masivas comenzaron con manifestantes exigiendo cambios políticos y sociales. La situación escaló rápidamente cuando una multitud enojada logró ingresar al complejo parlamentario, provocando enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad.
Los enfrentamientos resultaron en víctimas mortales, subrayando la gravedad y el impacto de las protestas en curso. Además, la quema del parlamento ha causado daños significativos, simbolizando un punto crítico en la agitación política que enfrenta el país.
El gobierno de Kenia ha condenado enérgicamente la violencia y ha llamado a la calma, instando a los manifestantes a expresar sus demandas de manera pacífica y dentro del marco legal. Se ha desplegado un considerable contingente policial para restaurar el orden y la seguridad en la capital y otras áreas afectadas.
La situación sigue siendo fluida y las autoridades están trabajando para estabilizar la situación mientras se enfrentan a una crisis política y social en desarrollo.