En un giro inesperado de los acontecimientos, el jefe de policía de Montreal, Fady Dagher, ha declarado que un grupo de extrema izquierda es responsable de la violencia que estalló durante una protesta reciente en la ciudad. La manifestación, que inicialmente se organizó como una protesta pacífica contra la OTAN y en apoyo a Palestina, se tornó violenta cuando algunos manifestantes comenzaron a romper ventanas y a incendiar vehículos.
Dagher afirmó que los organizadores de la protesta tienen una responsabilidad limitada en los actos de violencia, ya que es «imposible» para ellos evitar que personas con intenciones violentas se infiltren en las manifestaciones. Según el jefe de policía, los responsables de los disturbios son parte de un grupo de extrema izquierda que ha sido conocido por la policía durante los últimos 20 años y que no tiene ninguna relación con los manifestantes pro-palestinos que asistieron a la protesta.
El primer ministro de Quebec, François Legault, ha intensificado la presión sobre la policía de Montreal para que arresten a todos los involucrados en la protesta violenta. En una declaración reciente, Legault enfatizó la urgencia de realizar más arrestos y enviar un mensaje claro de que los responsables serán castigados. «Debe enviarse un mensaje muy claro a estos matones de que serán castigados, serán arrestados y habrá consecuencias por lo que han hecho», declaró Legault.
La protesta, que atrajo a unas 800 personas, fue organizada por el grupo Divest for Palestine y un grupo anticapitalista de Montreal conocido como CLAC, que se opone a la OTAN en parte debido a su apoyo a Israel. Durante la manifestación, algunos asistentes, identificados por la policía como miembros de un grupo de extrema izquierda, comenzaron a romper ventanas y a incendiar vehículos cerca del lugar de la conferencia de la OTAN.
Dagher lamentó que las personas que vandalizan propiedades durante las protestas rara vez reciban más que una multa, un castigo que considera demasiado leve. «Después de eso, dos semanas después, un mes después, los vemos nuevamente en la calle», comentó el jefe de policía.
El primer ministro Justin Trudeau también condenó la violencia, afirmando que, aunque las personas tienen derecho a manifestarse, nunca debería haber violencia. Trudeau subrayó la necesidad de procesar a los perpetradores con todo el rigor de la ley.
Benoît Allard, portavoz de Divest for Palestine, reconoció la frustración sentida entre los manifestantes que intentaron protestar pacíficamente y se sintieron ignorados. «Lo que sentí fue una enorme ira de personas que se han estado movilizando durante más de un año», comentó Allard.
La situación en Montreal sigue siendo tensa, con la policía trabajando para identificar y arrestar a más responsables de los disturbios. Mientras tanto, la comunidad espera que se tomen medidas para garantizar que futuras protestas se lleven a cabo de manera pacífica y sin violencia.