Londres – 6 de julio de 2025 – Durante el partido de cuarta ronda entre Anastasia Pavlyuchenkova y británica Sonay Kartal en la pista central de Wimbledon, el sistema automático de detección de líneas Hawk-Eye Live se detuvo inesperadamente mientras Pavlyuchenkova servía con punto de quiebre a favor: un golpe de Kartal claramente fuera no fue detectado, lo que llevó a la repetición del punto en lugar de conceder el juego a la tenista rusa .
Desarrollo del incidente
- Al registrarse un fallo con el marcador 4-4 del primer set, el árbitro suspende el punto y, tras comprobar que el sistema estaba “desactivado por un error de operador”, ordena repetirlo.
- Pavlyuchenkova, visiblemente molesta, llega a afirmar: “You took the game away from me… They stole a game from me” acusando favoritismo hacia Kartal por ser local .
No obstante, la rusa supo remontar y se impuso finalmente por 7-6(3), 6-4, avanzando a su décimo cuartos de final en Grand Slam.
La respuesta oficial
El All England Club publicó un comunicado admitiendo la responsabilidad: el sistema fue “desactivado por un error del operador” durante ese punto, y resaltó que el árbitro actuó conforme al protocolo establecido .
Debate sobre la automatización
- Este torneo es el primero de 147 años en abandonar por completo los jueces de línea humanos, confiando exclusivamente en 18 cámaras y algoritmos de Hawk-Eye Live .
- Jugadores como Jack Draper, y la británica Emma Raducanu, han expresado dudas sobre su precisión .
- La campeona anterior Tracy Austin afirmó en la BBC: “Tenemos que arreglar esto… el árbitro debería haberlo señalado” .
Balance y perspectivas
El incidente avivó el debate entre eficiencia y humanidad: mientras la tecnología elimina errores humanos, también introduce fallos críticos y plantea inquietudes sobre su fiabilidad en momentos decisivos. Las voces del circuito piden ahora reforzar los controles, mantener respaldo arbitral o reintroducir sistemas de revisión en tiempo real.