THE LATIN VOX (26 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El director estadounidense Woody Allen rechazó las acusaciones del Ministerio de Exteriores de Ucrania, que calificó de “vergonzosa” su participación en la Semana Internacional de Cine de Moscú.
Kiev denunció que su intervención en el evento equivalía a “blanquear” los crímenes de guerra de Rusia, en pleno conflicto con Ucrania.
Allen apareció el domingo en el festival a través de un enlace remoto, en una conversación moderada por el cineasta ruso Fiódor Bondarchuk, cercano al presidente Vladímir Putin.
Para Ucrania, su participación supone un insulto a los artistas que han perdido la vida o han resultado heridos en la guerra. “La cultura no debe ser utilizada para encubrir crímenes ni servir como herramienta de propaganda”, señaló el ministerio en un comunicado difundido en redes sociales.
La defensa de Allen
El director neoyorquino respondió que su intervención no buscaba legitimar al Kremlin. “Creo firmemente que Putin está completamente equivocado. La guerra que ha causado es atroz. Pero no siento que cortar los diálogos artísticos sea jamás una buena manera de ayudar”, dijo en un comunicado al diario inglés The Guardian.
Allen subrayó que no tiene planes de rodar en Rusia, aunque reconoció sentir “aprecio” por Moscú y San Petersburgo, y expresó su admiración por el cine ruso, destacando la adaptación épica de Guerra y paz (1969) dirigida por Serguéi Bondarchuk, padre del anfitrión del evento.
Trayectoria reciente y controversias
El cineasta, de 89 años, ha producido sus últimas películas en Europa tras la ruptura de su acuerdo con Amazon en 2019. Rifkin’s Festival (2020) se rodó en España y Coup de Chance (2023) en Francia, ambas financiadas por capital europeo.
Su relación con Amazon terminó en medio de la polémica por las acusaciones de abuso sexual formuladas por Dylan Farrow, que Allen niega y de las cuales fue absuelto tras dos investigaciones.
En 2024, el director insinuó que podría retirarse del cine, asegurando que “el romance del cine ya se ha perdido”. Sin embargo, su presencia en la Semana Internacional de Cine de Moscú muestra que sigue siendo una figura de referencia en el debate cultural, aunque su aparición en Rusia haya provocado un nuevo frente de críticas.
El episodio pone de relieve la delicada frontera entre diplomacia cultural y propaganda en un mundo marcado por la guerra en Ucrania, donde incluso el cine puede convertirse en terreno de disputa política.
Crédito fotográfico: The Moscow Times