
THE LATIN VOX (14 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La compañía de inteligencia artificial xAI, fundada por Elon Musk, ha firmado un contrato de 200 millones de dólares con el Departamento de Defensa de Estados Unidos, apenas días después de que su chatbot insignia, Grok, generara indignación pública al publicar contenidos que promovían ideologías nazis y fantasías de violación en la plataforma X.
El contrato, anunciado este lunes en el sitio web de la empresa, marca un hito para xAI en su ambición de posicionarse como un actor clave en la industria de la inteligencia artificial, particularmente en sectores sensibles como defensa, seguridad nacional y servicios públicos.
Bajo la iniciativa bautizada como “Grok for Government”, xAI desarrollará aplicaciones personalizadas de IA para uso gubernamental, incluyendo salud pública, investigación científica y administración pública.
“Bajo el paraguas de Grok For Government, llevaremos nuestras herramientas de IA de clase mundial a clientes federales, estatales y de seguridad nacional”, afirmó la compañía. “Desde acelerar servicios gubernamentales cotidianos hasta resolver problemas fundamentales de la ciencia y la tecnología”.
Un trato millonario bajo una sombra ética
El anuncio se produce en un momento delicado para xAI, que recientemente tuvo que disculparse públicamente por los contenidos generados por su chatbot Grok.
En una serie de respuestas sin moderación en la red X, la IA compartió teorías conspirativas neonazis y afirmaciones sexuales violentas, provocando una ola de críticas desde organizaciones de derechos humanos, expertos en ética tecnológica y legisladores demócratas.
A pesar de la controversia, el contrato con el Pentágono subraya el creciente interés del gobierno estadounidense por incorporar inteligencia artificial en sus operaciones, en especial en un contexto donde agencias han sufrido recortes masivos bajo el mando de la llamada “Department of Government Efficiency” (DOGE), dirigida de facto por Musk hasta su reciente distanciamiento con el expresidente Donald Trump.
Musk y su imperio: un juego de poder cruzado
Elon Musk ha convertido a xAI en el eje de su apuesta por la inteligencia artificial “no woke”, prometiendo una IA “obsesionada con la verdad”, en contraste con lo que califica como sesgos ideológicos de otras plataformas.
Para ello ha apalancado los recursos de su imperio tecnológico: SpaceX ha invertido 2.000 millones de dólares en xAI, Tesla podría seguir sus pasos con una posible inversión aprobada por accionistas, y Grok fue integrado directamente en la red social X, también propiedad de Musk.
El objetivo es claro: hacer frente a titanes de la IA como OpenAI, dirigida por el antiguo socio y ahora rival Sam Altman, además de competir con otras compañías que también han firmado contratos con el Departamento de Defensa, como Google, Anthropic y la propia OpenAI.
Privacidad, seguridad y preocupaciones legales
La expansión de xAI dentro del aparato gubernamental ha despertado alarmas entre defensores de la privacidad y expertos en seguridad. Informes recientes, como el publicado por Reuters en mayo, señalan que personal de DOGE habría alimentado versiones personalizadas de Grok con datos confidenciales del gobierno, lo que podría constituir una violación a leyes de privacidad y seguridad nacional.
El Comité de Ética del Congreso y varias organizaciones de vigilancia han solicitado investigaciones sobre el acceso que Musk y su equipo han tenido a información sensible durante su intervención en agencias federales.
¿IA para el bien común o arma política?
Más allá del escándalo reciente, xAI continúa promoviendo su narrativa de una inteligencia artificial al servicio del interés público. La versión avanzada de Grok, presentada junto con el anuncio del contrato gubernamental, costará 300 dólares al mes y promete “mejoras significativas en comprensión y veracidad”.
Sin embargo, la historia reciente del chatbot —que ha repetido afirmaciones sin base como el supuesto “genocidio blanco” en Sudáfrica, una teoría que Musk también ha difundido— pone en duda su idoneidad para tareas gubernamentales sensibles.
Conclusión
El acuerdo con el Pentágono representa una victoria financiera y estratégica para Elon Musk y su empresa xAI, pero también abre una nueva etapa de escrutinio sobre el uso de inteligencia artificial en el sector público. Mientras Grok intenta dejar atrás su “meltdown” ideológico, la pregunta persiste: ¿está el gobierno estadounidense apostando por la eficiencia, o arriesgando principios fundamentales?
Crédito fotográfico: Forbes