La creciente ansiedad por la seguridad de la planta nuclear de Zaporizhzhia, cerca de la línea del frente en Ucrania, ha llevado al jefe del organismo nuclear de la ONU a expresar su preocupación por la seguridad de la planta. El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, ha pasado meses intentando sin éxito persuadir a los funcionarios rusos y ucranianos para que establezcan una zona de seguridad alrededor de la planta. Aunque ninguno de los seis reactores de la planta está en funcionamiento debido a la guerra, se necesita un suministro de energía confiable para los sistemas de enfriamiento esenciales para prevenir un posible desastre radiactivo catastrófico. El aumento de los ataques en la región ha llevado al gobernador instalado por Moscú de la provincia de Zaporizhzhia parcialmente ocupada a ordenar la evacuación de la ciudad cercana donde vive la mayoría del personal de la planta.
El área alrededor de la planta nuclear de Zaporizhzhia se ha vuelto cada vez más impredecible y potencialmente peligrosa. Grossi ha expresado su preocupación por los riesgos reales de seguridad nuclear a los que se enfrenta la planta. La evacuación de civiles de la ciudad y de otras 17 comunidades que ordenó el gobernador instalado por Rusia sugiere una escalada adicional. Aunque la evacuación se lleva a cabo en la ciudad cercana a la planta, los funcionarios que operan la planta aún no han sido evacuados.
Los ataques intensos en la ciudad oriental de Bakhmut, donde las fuerzas ucranianas todavía se aferran a una posición en las afueras occidentales, han llevado a los analistas a señalar la región sur de Zaporizhzhia como uno de los posibles objetivos de la esperada contraofensiva de primavera de Ucrania. El conflicto ha intensificado mientras Ucrania se prepara para lanzar una contraofensiva a largo prometida para recuperar el terreno tomado por Rusia.
Se acusa a Rusia de usar fósforo blanco en Bakhmut, y se ha publicado un nuevo video que muestra el fuego blanco característico de tales municiones. El uso de armas incendiarias en áreas donde puede haber concentraciones de civiles está prohibido por el derecho internacional, aunque también puede usarse para iluminación o para crear cortinas de humo. La situación se agrava a medida que la evacuación de la ciudad cercana a la planta continúa y los ataques de Rusia en la región se intensifican.