Glen LeMesurier ha transformado Montreal en una impresionante galería al aire libre con más de 200 esculturas únicas. Utilizando piezas recicladas como ruedas y hélices, crea obras que embellecen diversos vecindarios, especialmente el de Mile End. Comenzó este proyecto en 1999, convirtiendo un terreno baldío en lo que hoy es su Jardin du Crépuscule, o Jardín de Esculturas al Atardecer. Inspirado por otros jardines escultóricos a nivel mundial, como el Socrates Sculpture Park en Nueva York, LeMesurier ha creado un espacio lleno de 80 esculturas rodeadas de trébol dulce blanco.
El Jardin du Crépuscule se ha vuelto esencial en el corazón de Mile End, según la concejala Marie Sterlin. La comunidad aprecia profundamente su arte, que se integra de manera orgánica en el paisaje urbano. Además de este jardín, LeMesurier ha creado decenas de esculturas a lo largo de un sendero que recorre las vías del tren CN detrás de su taller.
A pesar de sus logros, LeMesurier enfrenta dificultades financieras. Financia gran parte de su trabajo vendiendo obras de metal de su taller. Recientemente, ha luchado por mantenerse a flote debido al aumento del alquiler de su taller y la falta de apoyo financiero de las instituciones de arte. Aunque ha recibido apoyo de la comunidad local, como subvenciones de la ciudad, sigue buscando el respaldo necesario para continuar su labor creativa.
LeMesurier considera su trabajo como una vocación artística, y a pesar de los desafíos físicos y financieros, sigue creando con pasión. Aunque reconoce que su salud y movilidad están disminuyendo debido a décadas de trabajo con metal y levantamiento de peso, sigue comprometido con su arte y su comunidad. LeMesurier busca encontrar el apoyo financiero necesario para continuar creando y enriqueciendo su vecindario con su arte público.
A medida que su obra se ha arraigado en la vida cotidiana de los residentes, LeMesurier espera que su arte inspire a otros y demuestre la importancia del arte público y accesible para todos.