La misión Chandrayaan-3 de la India está cada vez más cerca de la Luna, ajustando gradualmente su altitud sobre la superficie craterizada del cuerpo celeste después de entrar en órbita lunar.
La Organización India de Investigación Espacial (ISRO, por sus siglas en inglés) anunció que su tercera misión hacia la Luna ingresó en órbita lunar el sábado, después de encender su sistema de propulsión para guiarla hacia una trayectoria elíptica alrededor del satélite natural de la Tierra. ISRO tiene previsto el 23 de agosto como la fecha para el aterrizaje de Chandrayaan-3 en la región del Polo Sur lunar, en un intento de lograr un aterrizaje exitoso después del segundo intento de la agencia espacial.
Chandrayaan-3 fue lanzada el 14 de julio desde el Centro Espacial Satish Dhawan a bordo del cohete Vehículo de Lanzamiento Mark-3 (LVM3) de India. Este lanzamiento revivió las ambiciones de la India de aterrizar en la superficie lunar y unirse a un selecto grupo de países que han logrado ese hito: la Unión Soviética, Estados Unidos y China.
Chandrayaan-3 representa la tercera misión lunar de India y su segundo intento de aterrizaje. El primer intento no tuvo éxito cuando Chandrayaan-2 se estrelló en la Luna en septiembre de 2019 debido a un problema con sus propulsores de frenado.
Desde entonces, ISRO ha estado trabajando en el desarrollo de Chandrayaan-3 para lograr un aterrizaje suave en la Luna. La sonda se aproxima cada vez más, reduciendo su altitud sobre la superficie lunar a 4,313 kilómetros, según lo informado por ISRO. En las próximas dos semanas, la agencia espacial llevará a cabo varias maniobras de reducción de órbita para acercar la sonda a la superficie durante su órbita elíptica, en preparación para el intento de aterrizaje lunar.
El módulo de propulsión de Chandrayaan-3 transportó su módulo de aterrizaje y rover a la órbita lunar. Será el par de aterrizaje-rover el que intentará el aterrizaje, portando consigo seis instrumentos científicos para recopilar datos desde la superficie lunar. El objetivo principal de la misión es demostrar la capacidad de posar el módulo de aterrizaje y el rover en la superficie y operarlos durante aproximadamente un día lunar (equivalente a 14 días terrestres), utilizando instrumentos internos para recopilar datos y contribuir al desarrollo de nuevas tecnologías para misiones interplanetarias.