Un fósil recientemente descubierto en China ha revelado que hace 250 millones de años, un grupo de reptiles ya empleaba una técnica de alimentación similar a la de las ballenas, según una investigación conjunta entre científicos chinos y británicos.
El cráneo hallado pertenece a un reptil marino temprano llamado Hupehsuchus y presenta características distintivas que indican que utilizaba un método de alimentación conocido como «filtración», similar al que emplean las ballenas. El estudio fue publicado en la revista ACS Nano.
El equipo de investigadores, liderado por Sepideh Pakpour, profesora asistente de Ingeniería en la Universidad de la Columbia Británica (UBC) en su campus de Okanagan, encontró que Hupehsuchus tenía estructuras anatómicas suaves, como una región de garganta expandible, que le permitían capturar grandes volúmenes de agua conteniendo presas similares a camarones. Además, presentaba estructuras similares a las de las ballenas barbadas para filtrar los alimentos mientras nadaba.
El cráneo también mostraba surcos y muescas a lo largo de los bordes de sus mandíbulas, similares a las características presentes en las ballenas barbadas, que utilizan tiras de queratina en lugar de dientes. Esta adaptación sugiere que Hupehsuchus habría desarrollado independientemente una forma primitiva de filtración.
«Nos sorprendió descubrir estas adaptaciones en un reptil marino tan antiguo», comentó Zichen Fang, del Centro Wuhan de la Encuesta Geológica de China y líder del equipo de investigación. «Los hupehsuchianos eran un grupo único en China, parientes cercanos de los ictiosaurios, y se conocían desde hace 50 años, pero su modo de vida no se entendía completamente».
El hallazgo podría tener implicaciones importantes en la comprensión de la evolución de las estrategias de alimentación en el reino animal. Los investigadores señalan que Hupehsuchus podría representar un vínculo entre dos ramas de la evolución de los reptiles marinos, y su existencia arroja luz sobre cómo los rasgos modernos de alimentación podrían haber comenzado a desarrollarse hace 300,000 años.