¿Es el término ‘ciberacoso’ obsoleto?

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El mundo en línea ofrece un refugio para los adolescentes canadienses.

Es donde desarrollan grupos de amigos con personas de todo el mundo.

Pero también es un lugar donde pueden ser perjudicados, acosados o intimidados, y a medida que la tecnología avanza, los adolescentes encuentran cada vez más difícil ocultarse del abuso.

«Existe una línea menos definida entre las interacciones en línea y las interacciones fuera de línea de las personas. Se está volviendo cada vez más difuso a medida que los jóvenes y otros interactúan entre sus dispositivos digitales y el mundo físico», explicó Christopher Dietzel, un investigador asociado en la Universidad McGill.

Cada comportamiento de ciberacoso y cómo protegerse contra él ha sido el foco de agencias juveniles durante más de una década.

Los programas de concienciación sobre el ciberacoso ahora son comunes.

Sin embargo, un nuevo proyecto de investigación, liderado por un investigador de la Universidad Western, señala que esos esfuerzos no son suficientes.

Sugiere que la mayoría de las campañas de ciberacoso no ayudan a los adolescentes a prevenir y defenderse del acoso sexual en línea.

Señalan un estudio multinacional que encontró que casi el 60 por ciento de las niñas y mujeres entre las edades de 15 y 25 años han experimentado acoso en línea, incluido el acoso sexual.

La investigación liderada por Western, realizada con el apoyo de otros socios canadienses, incluida McGill, se centrará en la frecuencia con la que los adolescentes canadienses de 13 a 18 años son acosados con mensajes e imágenes no consensuales.

«Los jóvenes están experimentando esto cada vez más a través de su uso de la tecnología, y la educación y la política son insuficientes en términos de apoyar a estos jóvenes y responder a estos daños», dijo Dietzel.

Añadió que el apoyo varía dramáticamente de una provincia a otra.

Se espera que la nueva investigación anime a los gobiernos a unificar las protecciones para adolescentes de todos los géneros y culturas.

Los investigadores ya han creado un sitio web de campaña para compartir sus hallazgos y fomentar la participación en futuros grupos de enfoque.

«Y así queremos asegurarnos de que los jóvenes estén seguros, protegidos y tengan experiencias en línea seguras y consensuales con sus compañeros», dijo Dietzel.


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