Los jóvenes canadienses enfrentan dificultades para acceder a la vivienda propia, lo que está generando un creciente descontento en la población y se convierte en una amenaza política para el gobierno Liberal. Los altos precios de las viviendas, los alquileres y las tasas de interés en constante aumento están afectando las posibilidades de adquirir una propiedad, lo que ha llevado a una sensación de frustración entre los ciudadanos jóvenes.
El gobierno argumenta que la vivienda no es su principal responsabilidad, los expertos advierten que la crisis de vivienda se ha convertido en un problema económico y político clave que requiere una acción más contundente.
La crisis de vivienda se ha convertido en un tema crucial, especialmente considerando el énfasis que el gobierno ha puesto en la inmigración y su relación con el mercado de la vivienda. A medida que los precios de las viviendas y los alquileres siguen aumentando, los votantes jóvenes expresan su frustración y desencanto hacia el gobierno actual.
A pesar de que el primer ministro Trudeau ha tratado de desviar la responsabilidad, se espera que el gobierno federal tome medidas para abordar la escasez de viviendas, incluyendo la colaboración con otros niveles de gobierno, el sector privado y sin fines de lucro para construir más viviendas. Además, se plantea la reforma de las leyes fiscales y la incentivación del desarrollo de alquileres como posibles soluciones para aliviar la crisis de vivienda en Canadá.